
Monticello
Víctor J. Vázquez
Yo. Nosotros
Es cierto que los presupuestos no dejan de ser papeles llenos de números que se cambian con facilidad desde el gobierno cuando a este le interesa, sea central autonómico, provincial o local, pero, son una guía de por dónde deben ir las cuentas de un país, una comunidad, diputación o ayuntamiento, no se le pide mucho más, y es que al final, nunca se cumplen, se dejan partidos sin gastar, otras cambiadas, y las más olvidadas. Deben tener razón los ministros cuando dicen que los presupuestos son una pérdida de tiempo.
Pero estará de acuerdo en que sin esos papeles de los que ellos usan abusan, no se puede llevar adelante ni una comunidad de vecinos, cuando menos un país. Fue muy claro en el dos mil dieciocho el entonces portavoz de la oposición en el parlamento de los leones: Si no se tiene capacidad para aprobar unos presupuestos se dimite y se convocan elecciones. Si el argumento valía hace unos años para los Sánchez y cías, es de imaginar que le debía servir también en estos momentos. Pero no, ahora aprobar unos presupuestos, dijo el otro día ante un grupo de periodistas, no deja de ser una pérdida de tiempo.
Y en esas estamos, y con esta gente vivimos. En el dieciocho había que tener presupuestos o elecciones, en el 25 son un pérdida de tiempo trabajar en unos presupuestos. Se prorrogan los del 23 ¿o son los del 22? y a seguir tirando una temporadita más. Y lo más gracioso, se nos vende a los almerienses, y especialmente a los veratenses ¡qué bien se come en la Terraza Carmona!, que no hay cuartel de la Benemérita en el pueblo por no haber presupuestos. Bolaños, Alegría, hijos de Dios, si acabáis de decir que son una pérdida de tiempo.
Y para rematar algún compañero suyo por estas tierras, lo mismo fue “jamoncitos”, dijo que la culpa de que no se construya el cuartel es del Pp ¿y por qué? porque los chicos de Feijóo no les votan las cuentas del estado. Alegría, hija, le puedes decir a tus compis de Almería que los del Pp solo te están dando la razón, que tampoco ellos quieren perder el tiempo con unos presupuestos para el estado. Y así funciona la política en este país. Lo que ayer no se hacía era malo, muy malo, pero si se hace hoy, sería pérdida de tiempo hacerlo. Estos son los mimbres, mientras no los cambien, mal va a funcionar un país en manos de estos esparteros, y que me perdonen los de verdad, pero es que estos, los políticos, no son capaces de hacer ni un cesto para llenarlo de tomates de Almería.
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