El porvenir militar de Almería

Cuando este año se cumple el Centenario del Campamento General Álvarez de Sotomayor (hoy Base Álvarez de Sotomayor), y cuyos actos conmemorativos han dado comienzo con una exposición en el Patio de Luces de Diputación Provincial, es esencial recordar a la figura que supo vislumbrar en su momento la importancia de este Campamento, que se ha visto reforzada con el paso del tiempo, ya que mientras otros Campamentos, como ejemplo más cercano el Campamento Benítez (Málaga), han desaparecido.

Fue el General cuevano D. Fernando Álvarez de Sotomayor y Flores la figura que retirado en Almería en 1910, con la experiencia de haber mandado una División en 1909 en la guerra del Rif, con el conocimiento que ello le dio del escenario y del procedimiento de combate del rifeño, supo valorar la importancia de los llanos de Viator, escenario similar al norteafricano, como Campo de Tiro y Maniobras para las Unidades que tuvieran que combatir en Melilla. Ello le empujó a plantear una propuesta al Ministerio de la Guerra sobre la creación de una Fuerza de Reserva del Ejército de África en la península, descargando a la Comandancia General de Melilla de la responsabilidad de preparar esa Reserva.

Visitados los campos de Viator al pie de Sierra Alhamilla, vio en ellos el terreno ideal para su proyecto y, auxiliado de los Oficiales de Ingenieros D. Enrique Paniagua y de Porras y D. José María de Acosta y Tovar, y el arquitecto local D. Enrique López Rull, elaboró en 1911 un completo proyecto de Cuarteles para albergar una Brigada de Cazadores a seis (6) Batallones, un Regimiento de Caballería de quinientos (500) caballos, un Regimiento Mixto de Artillería con un Grupo montado y otro de montaña y otras fuerzas auxiliares. El proyecto fue acogido con entusiasmo por el Ayuntamiento de Almería, que vio en ello una oportunidad de progreso económico. Hay que tener en cuenta que en esa fecha, la Capital contaba con unos 51.000 habitantes y Viator algo más de 2.000. El proyecto de Sotomayor implicaba la construcción en Almería de Cuarteles para albergar la Fuerza prevista que podría superar fácilmente los 6.000 efectivos en función del porcentaje de cobertura de las Unidades, lo que supondría un incremento de más del 10% en el censo de la ciudad.

En esa época la provincia de Almería era irrelevante para el Ministerio de la Guerra, puesto que mientras en otras provincias existían guarniciones con al menos un (1) Regimiento de Infantería, en nuestra tierra sólo existía una instalación militar (el actual mal llamado Patio de los Naranjos – los Naranjos se plantaron en la década de los sesenta) con capacidad para una pequeña Unidad de entidad Compañía, y una estación radiotelegráfica en la Alcazaba (entonces dependiente del Ministerio de la Guerra). Los actuales edificios que conocemos como Cuartel de la Misericordia se construyeron a partir de 1918 para poder albergar al Regimiento La Corona, creado en Almería en ese año.

La propuesta del General Sotomayor, que hubiera supuesto un revulsivo económico y social para Almería, elevada al Ministerio, quedó en el olvido en algún cajón tras el fallecimiento del General en 1912. Tenemos conocimiento del contenido del citado proyecto por la conferencia titulada “Porvenir militar de Almería”, que en febrero de 1923 dio el Comandante Acosta en el salón de actos del Ayuntamiento de Almería. Por esta conferencia sabemos que para la construcción de los Cuarteles se barajaron diversos lugares de la ciudad, entre ellos, el Ingenio de Monserrat o unos solares en los Molinos de Viento.

No sería hasta la Dictadura del General Primo de Rivera cuando el proyecto de Sotomayor recobró vida, pero sólo en lo concerniente al Campamento en el Campo de Tiro y Maniobras, no en lo relativo a los Cuarteles en la ciudad. Las Unidades designadas para constituir la Reserva de África en Almería se concentrarían directamente en el Campamento, cuyas obras fueron iniciadas por Zapadores militares en abril de 1924. El 21 de julio de ese mismo año, Primo de Rivera visitó las obras del Campamento, descubriendo una lápida conmemorativa en recuerdo del General Sotomayor, identificándose con su nombre desde entonces el Campamento, hoy Base, y Campo de Tiro y Maniobras, que conserva en la actualidad la importancia estratégica y condiciones para el adiestramiento que entonces supo vislumbrar el General almeriense, albergando una fuerza de élite de nuestro Ejército como es la Brigada de La Legión.