Populus

El populismo es una degeneración de la política impulsada y empleada por personas que pretenden ser tiranos. Las debilidades de la naturaleza humana. Nada nuevo bajo el sol, ni siquiera en el lado oscuro de la luna. Los partidos políticos populistas son herramientas para apoderarse del poder. En el siglo XXI lo hacen manoseando la apariencia de democracia. Les gusta la forma, pero detestan el contenido porque el populismo niega la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Traiciona los límites al poder. Colonizan todas las instituciones para terminar con la separación de poderes. Lo mismo hacen con la educación y la cultura. Las cátedras en las universidades también son puestos de responsabilidad que se deben al servicio público y la deontología profesional. El epítome del populismo es el totalitarismo. A lo largo de la historia el populismo ha tenido diferentes nombres y estructuras. Quizás lo más conocido se resume en la frase procedente del Imperio Romano “Pan y circo”. Nunca me cansaré de repetirlo, si nos perdemos por el camino del entendimiento de la naturaleza humana, del poder y la política; miremos hacia el Tíber para reencontrarnos con sus claves. Un camino que se empieza y nunca se termina de aprender. En España llevamos 2.419 días y esta mañana desgobernados por el populismo que encabestra el Domiciano de Moncloa. Su gobierno es un circo dominado por la zafiedad de sus ministros carentes de Cursus Honorum. Bestiarius. A los españoles el pan cada vez nos cuesta más caro. Circo donde campan los números de la corrupción. Tanto en lo referente a actuaciones en el poder como a las matemáticas. Resultados contables ruinosos. No existe el dinero del Estado. En Hacienda lo que se administra es el dinero de los impuestos que los ciudadanos pagamos. El Estado no produce absolutamente nada. Jamás hay que fiarse de los políticos que hablan de dar cosas gratis. Por cierto, entre las cohortes de asesores del sanchismo ¿nadie ha sido capaz de apuntarle a su hermano donde está el despacho donde trabaja? Quizás no hayan tenido tiempo. Entre la gestión de soluciones para el covid-19, mascarillas, el IVA de los hidrocarburos, las carreras de la esposa y el hermano, Delcy y su marroquinería, ayudar a Maduro, Pegasus, alterar el censo electoral, el BOE, otorgar subvenciones, ir a la República Dominicana…Un no parar. La fiesta del chivo no se organiza sola.