La nada de los políticos

La DANA ha puesto en evidencia la NADAética y moral de la grey política española. Todos sus artificios de pretendida noble apariencia han caído arrastrados por el lodo de su arrogancia. Sepultados por el barro de su deshumanización. Arrastrados por el fango de su carísima e inútil propaganda. Por el tarquín de acabar con la educación y la cultura. Por el cieno de manosear la justicia y legislar para favorecer sus desmanes. Las acciones malvadas y las dejaciones perversas en el ejercicio de las responsabilidades tienen siempre consecuencias. En todos los ámbitos de la vida. Que decir de las responsabilidades de gobierno y administración pública. Es atroz que las consecuencias de sus especulaciones las paguen los ciudadanos que lo han perdido todo a consecuencia de la gota fría. No podemos olvidarlos en ningún momento. Son muchas las cosas que tenemos que arreglar y regenerar en España. En primer lugar, se lo debemos a todos aquellos que han perdido sus vidas. Por sus familias, amigos y vecinos. Todos somos la Sociedad Civil de España. No importa en que punto geográfico hayamos nacido, ni quienes sean nuestros ancestros. Todos somos españoles. Ha quedado patente en la iniciativa, generosidad y determinación de los voluntarios. Mientras los responsables de las instituciones y recursos del Estado andaban con sus manipulaciones y falsedades, los ciudadanos por toda España estamos todos a una para ayudar a paliar las consecuencias del desastre en Valencia y donde haga falta. Proporcionar consuelo, alimentos, agua potable y asistencia médica. Echando mano de los recursos que tenemos en nuestras casas. Todo eso después de estar hartos de pagar impuestos ¿Dónde está el dinero de las tasas que pagamos? En estos terribles días he recordado las palabras de Francisco Fernández Ordoñez en una entrevista que José María Iñigo le hizo en 1982, en su programa Estudio Abierto. F. F. Ordoñez dijo algo que necesitamos recordar con urgencia, en primer lugar para combatir con contundencia y efectividad la corrupción. Dijo que la política no puede ser una profesión. La política en democracia es Servicio Público con todas sus exigencias éticas y compromiso moral. La grey política, sus patrocinadores, tienen un poder irracional sobre nuestras vidas y haciendas. Los partidos políticos se han convertido en empresas de trabajo privilegiado e indefinido. Debacle.