La Rambla
Julio Gonzálvez
La verdad de los semáforos
Josu Jon Imaz es hoy una voz fuerte dentro de Repsol, pero no podemos olvidar de dónde viene el caballero: Fue diputado en el parlamento vasco, eurodiputado en Bruselas y presidente del Partido Nacionalista Vasco. Si hay algún partido más racista que este, que venga don Sabino Arana y nos lo presente. El señor Imaz, desde que cambió la política por el dinero, anda en una contradicción que no le debe dejar vivir, y sobre todo tras la llegada al poder de Pedro Sánchez con los votos de su partido. No se debe olvidar la traición del Pnv al Pp de Rajoy, semanas después de haberle aprobado los presupuestos.
En estos días se queja el señor Imaz contra la política energética que está llevando a cabo el gobierno del Psoe, y del peaje que le está pagando a Sumar para que lo siga sosteniendo en el gobierno. Según el señor Imaz son miles de millones los que no llegan a España por la presión fiscal y las inversiones que se marchan a Portugal de la propia Repsol, por la falta de seguridad jurídica que se padece por parte de las empresas. Sumar en seguida ha manifestado que se nacionalice Repsol. No son las quejas del señor Imaz sobre Sánchez y Sumar las que suenan incongruentes, es el querer echarle la culpa de algo que su partido, el Pnv, tiene parte de la misma. Si los de cortar troncos y levantar piedras, tíos, padres y hermanos de los chicos del tiro en la nuca o la bomba lapa en los bajos del coche quieren, Pedro, Sumar y el resto de los partidos se quedaban sin poder mañana mismo. Si el Pnv, partido del que fue presidente el caballero Imaz, está por la labor de que las empresas no se vayan de España, de que la presión fiscal no ahogue a los empresarios y de que vuelvan las inversiones del extranjero, lo tiene muy fácil. ¿Y por qué no lo hace? Es lo que habría que preguntarle al señor Josu Jon Imaz. ¿Qué le ocurre a su Pnv que no está por defender a la empresa que usted dirige? ¿Por defender una fiscalidad progresiva que defienda el trabajo, la inversión y las empresas? Si no lo quieren, y lo tienen en su mano, habrá que pensar que los intereses de su partido, el del racista Sabino Arana, no está por la labor de defender los intereses de España y de los españoles. No le eche la culpa solo a Sumar y a Pedro Sánchez. Usted y sus paisanos vascos, con txapela o sin ella, tienen tanta o más culpa que los mencionados y criticados por usted. Estos vascos… criaturicas.
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