Del Pino lo sabe

Lo que menos te esperas en un viaje a Montilla es no beberte un par de copas de Alvear, o encontrarte a un amigo al que no veías desde hace años. ¡Coño, Miguel! ¿Qué hacemos los dos por aquí? A partir de ese momento todo fue vivir de los buenos recuerdos que hemos atesorado durante los años, muchos, en los que se ha compartido letras en páginas impresas. Los años nos han hecho mayores, viejos dirían algunos, pero no hemos perdido las ganas por la información, por saber y entender lo que pasa en nuestra provincia.

Miguel del Pino es de esas personas que tiene posos suficientes como para ser un maestro, que lo es, en el mundo de las matemáticas y del periodismos deportivo. El Almería ha sido su vida, se considera un futbolero de los pies a la cabeza, y su segunda vida, la que le dejaban sus alumnos y los problemas matemáticos, se la ha venido dedicando al equipo de sus amores.

Era inevitable que habláramos del presente, y muy especialmente del futuro de la venta del equipo por parte de Turki. Conoce los recovecos por los que se mueven los actuales dueños del equipo, sabe lo que está haciendo Turki con el presente, y conoce el futuro de lo que será el Almería. Pero no tuve la suerte de sonsacarle información alguna. Se escapaba cuando le preguntaba. Me contaba que se había despegado de la información deportiva en esta última temporada, que prefiere disfrutar de los partidos con los amigos, de la familia y por la noches de las matemáticas y sus problemas.

Intenté tocarle esa honrilla que nunca se pierde en el periodismo cuando se tiene conocimiento de una noticia en exclusiva, en primicia, y vuelas a contarlo a tus lectores, no pude sacarle al maestro la verdad de lo que está ocurriendo en estos momentos en el entorno del club. Un tercer grado puse en marcha, y ni por ello. Pero lo mismo algo he ablandado su fortaleza, y un día de estos, con su firma debajo, encontramos la información que guarda sobre la venta del equipo de fútbol.

No les puedo dar la noticia de lo que va a ocurrir con el equipo, ya me gustaría escribir sobre la primicia que Miguel Del Pino guarda con esmero, pero no conseguí arrancarle lo que sabe, pero sí puedo contarles que lo vi entero, que los años no le han mermado vigor en su forma de ser, que sigue con la misma pasión por su equipo, y manteniendo el cariño y el afecto por los amigos, aquellos que fueron durante años y a los que gusta ver de vez en cuando.