
Una raya en el mar
Ignacio Ortega
Métrica y ortografía
opinión
CUANDO entró en vigor el permiso por puntos se pretendía un sistema que, incidiendo sobre permisos y licencias para conducir, ayudase a la reducción de la accidentalidad en nuestro país. Ahora que han pasado cinco años desde su aplicación se puede comprobar su efecto directo en la manera de conducir, en el respeto a la normas y en el descenso de la accidentalidad. En Almería en estos cinco años de aplicación del sistema por puntos se ha producido una reducción de los accidentes con víctimas del 32% y del número de fallecidos en un 46 %. Son datos esperanzadores pero que todavía tiene que ser mejorados desde el cumplimiento de las normas de tráfico. Muchos han sido los conductores de la provincia que han perdido algún punto, y aproximadamente 2.100 se han quedado sin su permiso de conducir. Es la consecuencia de la reiteración en la comisión de infracciones de tráfico, como el no uso del cinturón de seguridad o casco (33 %), los excesos de velocidad (21%), el uso manual del teléfono móvil (14´2 %) y la conducción bajo la influencia de las bebidas alcohólicas (12,3%) que suponen la mayoría de las infracciones que han restado puntos a los almerienses. Estos conductores, tras perder su permiso, han acudido a los tres centros de recuperación de puntos que hay en nuestra provincia con el fin de poder volver a conducir. Esto refleja la voluntad reeducadora del sistema del permiso por puntos la cual tiene un objetivo de sensibilización y permanente llamada de atención sobre las gravísimas consecuencias que, para la seguridad vial y para la vida de las personas, tienen los comportamientos reincidentes en la inobservancia de las normas que regulan el fenómeno de tráfico.
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