Pegaso volando sobre Lorca

Imagino el gran y buen trabajo que está llevando a cabo el gabinete de prensa del palacio de la calle Arapiles, para que los medios de comunicación les compren casi cada día una noticia sobre el Ave, aunque algunas tienen de impulso lo que yo de obispo. Ni siquiera del famoso obispo del pueblo de Instinción, gran amigo y con el que llevo algún tiempo sin compartir un chatico de vino, o unas migas de las que su señora es maestra.

Hace unos días los medios nos vendían como un gran impulso, y una magnífica noticia, el que Adif se iba a gastar sesenta millones de euros en vías para el Ave entre Murcia y Almería. El Ave más cerca. Las vías van cubriendo el suelo provincial. Se está trabajando como nunca se había hecho. Todo son halagos, albricias y alharacas a ese caballo de hierro veloz que algún día llegará a las tierras de Almería.

Al ritmo que lleva el gabinete de prensa del señor Martín, y la recogida de los medios locales, nos anuncian el final de las obras del Ave a su paso por la provincia de Almería el año que viene, en unos meses, como aquel que dice. Y hasta es posible que sea así, no lo ponga en duda. Si de verdad se van gastando todos los millones de los que nos hablan, el Ave está en Almería en el 2025. Si las obras siguen el ritmo vertiginoso que nos van contando, y del que los medios tomamos buena nota, el veloz caballo estará con nosotros en unos meses, semanas o días.

Y la alegría que nos llevaríamos si esto fuera así. Medallas le pondríamos todos los días a don José María y a los directores de los medios que han confiado en él a la hora de publicar sus noticias sobre los impulsos al Ave. Demos por hecho que las vías, las distintas estaciones y demás servicios del Ave a su paso por Almería estarán finalizadas en el 25 o el 26. ¿Cuánto tiempo más vamos a estar esperando en la estación la llegada del primer caballo veloz? ¿Meses, años?

Veo que nos crece la barba, se jubila Tejada de la mesa y las almerienses esperando que se acaben las obras en Lorca para que el Ave cruce hasta las tierras almerienses. A no ser que, el señor Puente, que es un lince, con el apoyo del señor Martín, otro lince, conviertan el caballo de hierro veloz, en un Pegaso, ese caballo alado que vuele sobre las obras de Lorca para aterrizar en las vías almerienses, y desde allí recorra feliz y contento los kilómetros de nuestra tierra. ¡Hala, a volar!