Pedrorghini y las bicicletas del dragón

Este mediocre y malvado gobierno, que manosea España desde el 1 de junio de 2018, pisa el acelerador para borrar del mapa y de la historia a España. Paralelamente cumple las encomiendas perniciosas con respecto a la Unión Europea, Hispanoamérica e Iberoamérica. ¿Por qué ha cambiado la política de España con respecto a Marruecos y el Sahara? ¿Y la invasión de Ucrania por Rusia? Y Venezuela, Cuba y México. ¿Y el terrorismo de Hamás? Mudos ante las atrocidades cometidas contra las mujeres por la dictadura Talibán en Afganistán. ¿Unidas podemos sumar? Claro ¡cabalgar contradicciones! Este gobierno de coalición pobresista, esquilmador, se alinea cómodamente con el Grupo de Puebla. A coces han instalado en España la mentira y el miedo. La oposición toca la lira ninguneando el solfeo. Que calamidad de grey política hemos permitido que germinara. Una enredadera que parasita y asfixia. Permitimos que se apoderaran del Ágora política y de todos los Foros del poder. Despreciamos el valor de la educación y la cultura. Somos una sociedad que no respeta el trabajo, la iniciativa y el mérito. De ahí la fatal tolerancia con la injerencia profesional. Con el maltrato a los autónomos. Con la asquerosa envidia a quienes procuran prosperidad. Bien caro lo estamos pagando. Si no le ponemos remedio, el peor pago se lo impondremos cobardemente a nuestros hijos y nietos. Para imponer el totalitarismo pobresista del siglo XXI hay que destruir la democracia desde dentro. Colonizar y someter a todas sus instituciones. Al mismo tiempo, aniquilar la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Por descontado acabar con la clase media. Fulminar la agricultura, pesca y ganadería. El tiempo les apremia. 13 de febrero de 2008. Bien claro lo dijo el príncipe de Delcy Rodríguez: “Nos conviene que haya tensión.” El Minotauro que habita en Moncloa provoca la taquicardia permanente. Como está entregado a su papel, que para eso lo subieron al escenario, antes de viajar a China nos dejó otra de sus perlas. Resulta que los coches deportivos Lamborghini forman parte de la cesta básica de los españoles. Volvió el Minotauro de China. Se ha traído bicicletas modelo Pedrorghini dragón. Nunca hay dinero para los enfermos de ELA. Tampoco para los fármacos que ayudan a combatir el cáncer de mama. Lo hay sin limites para tratar de imponernos lo que tenemos que hacer.