Comunicación (Im)pertinente
Papá Noel robotizado
Te lo dije wey. Eras el puto amo y lo sigues siendo en las infinitas repeticiones de Movistar. Te camelaste a los grandes y míticos, pero te has ido a la primera a hacer cosas raras de los share a ver si le pegas la turra al hormiguero, al otro y al de más allá. Nunca he visto el prime time, tío. Los prime time son para los que se levantan a las 8 y empiezan a currar a las 10:00 como los señores. Tienen vacaciones, fines de semana, semana santa, semana blanca y no se pierden un puente. Y esos son los que por lo visto deciden que es lo más chiripitifláutico de horas raras que se acuestan a las doce y se levantan con los ojos legañosos bostezando para odiar la jornada laboral. Oye y a las 10 empiezan y lo primero que hacen es irse a desayunar. Como digo, nunca he visto un programa de prime time y pienso sin verlos que son la antítesis de la tesis, la burricie de sofá principesca señorial y los cuatro señoritos que se pueden permitir el lujo de participar en ese share ficticio de clase media, media lerda, media botonera de participar en estas cosas. Quién mide las audiencias, pienso que es una leyenda urbana que se curran entre cuatro creadores de fantasías televisivas, como los que hacen el horóscopo en los periódicos, o los hacían, como los que se los creen, como los que piensan que es lo más importante del país que se hagan cipoteces después de las nueve con todo el mundo flipando delante de la caja tonta. Ya no es caja, pero sigue siendo tonta a más no poder, con la diferencia de que hay miles de canales (de pago) y todo se repite. Para empezar todo eso lo ven los dinosaurios del baby boom y otros peores que vinieron detrás pero para los post millenials la televisión es algo como la era de cartón piedra en blanco y negro de los sesenta y estos lares y los otros me llevan a irme a la cama pronto y pasar de todos vosotros y como siempre, vivir en el pasado, en las miles de repeticiones de las entrevistas a leyendas como Ian Anderson, de los Jethro Tull, Nick Mason de Pink Floyd o Ian Gillan, de Deep Purple. No quiero saber que tipos van a tu programa de la noche, no quiero saber como es, no quiero saber si es mejor o peor porque nunca va a ser lo mismo, será un cerdoso programa maistream y quiero criticarlo sin verlo porque si lo veo tendré un agujero en el alma para toda la vida. Sí, vean, como otra vez se desmenuza la única televisión para freaks que había.
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