Francisco García Marcos

Papá Noel robotizado

Comunicación (Im)pertinente

21 de diciembre 2024 - 03:09

Hacede esto miles de años, o quizá más tiempo. Hubo entonces, como ahora, un deshielo pavoroso en el Polo Norte que causó un estropicio descomunal en Laponia. La pobreza aullaba por cada esquina de un territorio exento y exhausto. Papa Noel experimentó entonces su primera gran crisis profunda. Los renos murieron de inanición a los pocos días, el trineo aherrojado terminó en un vertedero de chatarra y los duendes, hambrientos y descorazonados, se lanzaron al monte, convirtiéndose en una jauría de forajidos. Así que Papá Noel hubo de no aparecer por Navidad. Su casaca aterciopelada, entre grisácea y azul celeste, dejó de surcar los cielos. Se convirtió más bien en un recuerdo lejano, en una leyenda que remitía a tiempos mejores, sin saberlo realmente quienes lo invocaban. Por fortuna, en tiempos más recientes Coca Cola se hizo cargo de la situación. Uniformó a Papá Noel con sus colores característicos, encargó un nuevo trineo a la Ford, crio en el parque de Yellowstone varias camadas de renos y consiguió la contratación de una banda de duendes irlandés. La nueva formación de Papá Noel ha cumplido con creces su función, con los niños en primer lugar, pero también con los mayores. Entre sus obsequios más emblemáticos todavía es recordado el juego de “El País de Bolsillo” con el que obsequiaron a Puigdemont o el e-game de “La Bacanal Perpetua” que recibió su majestad Campechano I.

Pero ahora el deshielo del Polo Norte acecha de nuevo. Durante años se ha tratado de convencer a Papá Noel, y al resto del planeta, de que se trataba de una campaña orquestada por los enemigos del progreso. Esta vez Papá Noel ha huido; directamente se encuentra en paradero desconocido. EE. UU. vuelve en ayuda de su Navidad. Elon Musk ha anunciado que una unidad robotizada se hará cargo de todo. Por suerte yo sigo siendo hispano. Me basta con un modesto nacimiento.

stats