Un país que se esfuma

14 de agosto 2024 - 03:08

Estamos en un momento que podríamos calificar como transición política. Generalmente recordamos la última con alegría y el gran esfuerzo que hicieron los políticos de la época para conseguir una democracia como la que teníamos. Sí, hablo en pasado porque creo que ya hemos llegado al país que no era hace unos años.

Odio la comparativa que hacen muchos colegas periodistas de que este Sánchez está creando una república bananera como Maduro, pero a mi pesar y lo que se lee, se oye y pasa tengo que asumirlo. Lo que ocurrió el otro día con Puigdemont fue un auténtico esperpento. Nos comemos cada cosa. Es que es increíble y, oigan, es para salir a la calle y decir ¡hasta aquí! Lo bueno y lo malo es que a veces somos un poco chorras. Hubo más memes ese día que Julio Iglesias “y tú lo sabes”. Podemos mirarlo de ese modo con risa y guasa para no deprimirnos, pero les digo que no podemos permitirlo. Es que ni las aventuras de la serie ‘Lupin’ superan la realidad del otro día. Un hombre que anunció cuándo iba, dónde iba y qué iba hacer.

Eso sí, si usted va a 140 por la autovía y le pillan no se preocupe que lo van a localizar enseguida por carta u otro sistema. Como verán la justicia no es igual para todos y esto por desgracia lo estamos viendo en los últimos acontecimientos vividos. Es decir, estamos poniendo en peligro nuestro estado de bienestar.

Para colmo, ocurre una circunstancia en la que informativamente hablando es un bombazo y el Gobierno no sale a dar la cara. Algo que si hubiese sido de algún otro expolítico rival hubiesen salido como hienas. Para colmo, Interior pringa a los Mossos para intentar quitarse el mochuelo. Para el Gobierno central es perfecto, pero oigan, el independentismo catalán acaba de dejar a su cuerpo principal, que es principal en el movimiento, por los suelos. Una pena para muchos que se dedican en cuerpo y alma en las calles de la autonomía.

Encima tenemos que leer que Óscar Puente señala al Supremo por no amnistiar a Puigdemont y deja ya en el aire que el Constitucional lo hará. Es que ya lo de llamarles cara dura les da completamente igual.

Siento decirles que vivimos una época peligrosa porque como ciudadano me siento desangelado en los derechos que entre todos hemos construido.

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