Oficina sobre despoblación

21 de octubre 2024 - 03:08

Desde finales del pasado mes de octubre viene funcionando una oficina en el seno de la Diputación Provincial, estrechamente vinculada con la vida rural y la despoblación que se vive en estos pueblos de Almería. Nació con grandes proyectos de futuro de cara a la vida rural de la provincia, como todo lo que nace de la mano del político, contaba con los mejores colaboradores, comenzado por la Ual. La lista era interminable, no faltaba organismo y asociación que no estuvieran vinculados con un tema tan preocupante.

No dejaba de ser una herramienta más puesta por la clase política, en este caso provincial, para atajar un problema que se ha vuelto endémico en nuestro país en las últimas décadas. Las palabras del vice, Fernando Giménez, en aquel mes de octubre del año 2023, estaban llenas de voluntarismo ante el caminar de la nueva oficina. Hablan bien estos políticos, hay que reconocerlo. A veces hasta se creen lo que nos cuentan, y consiguen, no siempre, pero lo intentan, convencer al paisano de sus buenas intenciones. Han pasado doce meses, la criatura ha dado sus primeros pasos y se va a enfrentar en días a su primer año de vida entre nosotros. Imagino a don Fernando pidiendo a sus colaboradores que le preparen un dosier para el presidente con todo lo que pueda vender a los medios y que se le pueda achacar a la citada oficina en este su primer año de existencia entre los casi abandonados pueblos almerienses.

Lo cierto es que durante estos meses no ha sido demasiada la información que nos ha ofrecido la institución provincial, por no decir que no ha sido ninguna la que nos ha llegado. No adelantemos acontecimientos, dejemos que llegue el momento, faltan días para ello, y que el presidente, Javier Aureliano y su vice sean capaces de presentarnos algo real (y no solo el bar de Benitagla, que parece ser el gran logro de la institución), que se haya hecho desde esa oficina por la despoblación de nuestros pueblos.

¿Qué van a contar? Ganas tenemos de oír a don Javier, o a don Fernando. Imagino que les habrán preparado un buen dosier. El papel lo aguanta todo. Vamos a esperar, pero que sepan en Diputación que nos encantará saber lo que ha hecho la oficina por estos pequeños núcleos de vecinos que se mueren ante sus narices. La Caja Rural siempre ayudando, las pocas oficinas que quedan van a ser cerradas a final de año, a cambio un furgón se paseará por los pueblos. Ya solo nos quedan abiertas las farmacias, y algunas se están pensando abrir por las tardes. El panorama es divertido. Don Javier, ¿qué tiene que decirles?

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