La mirada zurda
¿Qué es la suerte?
Ese sería mi deseo para todos ustedes, que el día de mañana, que la noche en las que las familias se unen, sea la más feliz del año, del que se nos marcha en días y el que nos anuncia su llegada. Sé que no va a ser así en todos los hogares. Pienso en los amigos que han perdido un familiar, y sé que por mucho tiempo que haya pasado, hay días que no se pueden olvidar. Nos gustaría poder ser felices por decreto. Que la noche del 24 de diciembre sea obligatorio el que todos los ciudadanos seamos felices.
Pienso en los pueblos de Valencia, en las familias que lo han perdido todo, en los que han enterrado a hijos, padres y hermanos, y no puedo pedirles que la noche del 24 se olviden de ellos, que se sienten en una mesa, que no será la de años anteriores en miles de hogares destruidos, y que sonrían y canten villancicos a la vida por venir. Algunos tendremos la suerte de contar en la mesa con todos los seres queridos, y es posible que, en esos momentos, y con una copa con la brindar por el futuro, nos olvidemos de las familias vencidas por el agua que caía a raudales sobre sus tierras y sus casas. Tenemos la suerte de olvidar las penas cuando las mismas no están cargadas en nuestras mochila. Tengo la impresión de que ya no hablamos lo suficiente de la Dana y de la tragedia que supuso para miles de familias. Por eso hoy, quería acercarme a esas familias que la noche de mañana no tendrán las paredes que les han venido protegiendo en años anteriores, que duermen en barracones, comen en mesas desconocidas y cocinan en fuegos que no controlan.
En estos días no he vuelto a oír hablar en congreso de los diputados de la tragedia. Bulos, bulos, es lo único que se oye, hablar de todo es bulo. Ojalá fuera un bulo lo que están pasando estas familias, ojalá hubiera sido un bulo el trabajo llevado a cabo por los gobiernos en defensa de unas víctimas a las que se dejó solas durante días, y que han visto cómo se las olvidaba en cuanto la noticia era vieja, o no interesaba a los gobiernos. El día de mañana debería ser un nuevo toque de atención ante lo que ha sufrido estas personas y lo que aún les queda por sufrir. El ejemplo de La Palma, de Lorca, y de tantos otros puntos que necesitaron el apoyo del gobierno, se amontonan en la mente de los españoles. Lo triste, que solo lo hacemos en momentos como el que vamos a vivir mañana. Piense en ellos, no los olvide. Grite por dentro contra los culpables. Y feliz noche mañana, si puede.
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