Ellas no volverán por Navidad

17 de diciembre 2024 - 03:08

El dolor del asesinato de cada mujer nos golpea cada día y también muchas veces con ellas sus hijos e hijas o también asesinan a sus hijas e hijos y a ellas no, pero en esta situación (violencia vicaria) las matan en vida. Estos asesinatos son la decepción de una sociedad que no estuvo a la altura, de familia, amistades, instituciones y recursos que no supieron o no quisieron alzar la voz y, en este caso se pusieron al lado del agresor normalizando gritos, insultos, peleas, palizas, lágrimas y torturas que le segaron la vida. Se nos llena la boca cuando hablamos qué es la violencia, de cómo el maltratador aísla a su presa dejándola lo más indefensa posible, justificando sus conductas y callando los gritos del miedo de las mujeres que la sufren. Desde la sociedad, desde la gente de a pie, responsabilizamos a la educación, a los medios de comunicación, a las administraciones pero…¿Y quién pone el foco en ellos? ¿Quién para el altavoz de los vocingleros que llegan a justificar y a negar esta violencia? ¿Qué se hace con sentencias que niegan la violencia, que además se ríen de ellas, las llaman mentirosas y les arrancan de cuajo las custodias de sus hijas e hijos, para que su tortura sea más larga en el tiempo haga más daño y heridas profundas? La sociedad, en general, no es capaz de llegar a las mujeres de todas las edades para que puedan poner fin al maltrato sufren. La sociedad no es capaz de explicar que no haya motivos que les impidan salir de estas relaciones de control y miedo. La sociedad no llega a ellas para que de una vez por todas sepan que de la dependencia emocional y también de la económica se sale, de la que no se sale es de la muerte, que las mujeres no mueren por estar enamoradas de su maltratador. Sabemos lo que necesitamos: una educación en valores desde edades muy tempranas que eliminen roles y estereotipos y expongan los riesgos del amor romántico. Gran parte de la sociedad necesita una verdadera formación afectiva-sexual, pero no una charla no, una formación con perspectiva de respeto a la mujer, con perspectiva feminista dedicada al profesorado, a los medios de comunicación, a los operadores jurídicos y en general a todas las familias (sálvese quién pueda).Esta navidad, por desgracia, habrá muchas sillas vacías, ellas no volverán, ni ésta ni ninguna Navidad más. Se quedaron en el camino de manos de su maltratadores.

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