¡Esta no es mi virgen!

Si mira usted la foto de las dos imágenes publicadas hace unos días en este diario, no hace falta que se fije demasiado en ellas, o que use usted una lupa, llegará a la conclusión de que parecen dos Vírgenes distintas. Una de las dos se trata de la Virgen del Gran Poder, la directiva la mandó a restaurar, y la que le han devuelto no se parece en nada a la que viajó al taller de chapa y pintura, más bien de chapuzas, según se puede comprobar. Hermanos de la cofradía aseguran que la han cambiado, que no es la de ellos, y no digo que no lo hayan hecho, tiene toda la pinta de que así ha sido. Entiendo que se puede ver como una irreverencia por mi parte, pero la imagen que les han devuelto a la cofradía es bastante más fea. Si la hermandad quería una Virgen sin dulzura y belleza a la que sacar de procesión, que no la devuelva, lo ha conseguido, pero algunos piensan que le han dado el cambiazo.

También podría ser que ha caído en manos de un restaurador de … y le ha salido al pobre un chapuz. Hemos visto caras humanas que en nada se parecían a la de la mujer antes de entrar en el quirófano. Y encima había pagado un dineral para que le cambiara la nariz, le hiciera unos pómulos bonitos, unos pechos de escándalo, le quitara las orejas de soplillo y sobre todo unos labios resultones. Y si podía le cambiara hasta el color de los ojos. Algunas de las famosas conocidas, cuando salían del cirujano plástico no la conocía ni la madre que la parió.

No se trata de comparaciones, siempre serán odiosas, y más cuando estamos escribiendo sobre imágenes de Vírgenes en las que miles de ciudadanos depositan su fe, pero si se trata de comparar a la Virgen del Gran Poder, a la devuelta no la conoce ni el más antiguo de sus cofrades. Le han dado el cambiazo. Como era de esperar han protestado, y no solo en los medios, han llevado lo que consideran un engaño hasta el despacho del Obispo. Entuerto complicado el presentado a don Antonio Gómez. Si el tallista sigue en sus trece de que es la misma figura, a la que ha retocado según le pidieron desde la cofradía, vamos a tener pleito. Y sin adn por delante que comparar, ya me dirán ustedes que puede decir el juez al que le toque sentenciar. En las historias de la justicia, si encima entran la Iglesia, las alturas, la fe y las cofradías de Semana Santa, es preferible andar con tiento.