Luces y Razones
Antonio Montero Alcaide
Navidad
Hace más de dos décadas existía un programa llamado ‘Sorpresa ¡Sorpresa!’, un formato televisivo, que como su propio nombre indica, hacía que todo fuese asombroso para el espectador y público y que lo imposible se cumpliese. Ahora esa estupefacción llega de alguna manera cuando hay alguna decisión por parte del Gobierno. Todavía no estamos acostumbrados, ni la propia oposición ni incluso el propio partido, al nuevo PSOE de Sánchez. Todo puede pasar.
La diferencia es que ahora el fin de su reinado puede estar muy cerca. Lo que le digan al secretario general las federaciones socialistas o ‘barones’ como Page, Lambán o Barbón sobre el acuerdo fiscal con ERC da igual en Ferraz. Si esto hubiese ocurrido hace unos años podíamos decir que era una crisis interna gorda que podría acabar con la secretaría como le pasó en 2016.
Pero ahora el partido vive un ‘madurismo’ incluso con amor hacía el líder. Lo que pasa es que tienen un gran problema por darle la manzana a los de Junqueras. Como siempre, el hombre que manda en España desde que empezó la legislatura se llama Puigdemont. Para empezar, la amenaza de que mañana viene a nuestro país no tendrá ninguna consecuencia. Bueno, igual una detención de diez minutos, pero se reirá y será un paseo de rosas. Aviso de esto para que no haya sorpresas y estupor por lo ocurrido. Y como les decía, ahora empieza el cabreo de Junts y puede ser el final del presidente ‘Ave Fénix’. Los celos serán horribles a los que también se sumarán sus amigos de Bildu. Esto sí que es un síntoma que puede acarrear el fin. Principalmente por la aritmética parlamentaria. Tampoco hay que confiarse porque puede empezar el ‘juego de la oca y tiro por que me toca’. Es decir, dar todo lo que pidan. Si piden amnistía para los presos amigos de Otegi, no se sorprendan porque igual ocurre.Tampoco se lleven las manos a la cabeza si Junts pide la famosa consulta sobre el independentismo.
Aunque digan que es imposible y que el Gobierno dijo ‘no’, también lo era con el tema fiscal en Cataluña o con los ERE de Andalucía. Vivimos un cataclismo político en el que todo entra. Así que no sorprendan de nada, todo puede ocurrir. Solo quédense perplejos si hay 22 grados en Almería este verano, lo demás es de esperar.
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