No ocupo mi cerebro con boutades

Yo tenía un amigo pero nuestra amistad se rompió porque una maldita y rápida enfermedad se lo llevó en plena madurez. Como le guardo mucho cariño y agradecimiento por todo lo que me enseñó y me inculcó, de vez en cuando leo o releo alguna publicación suya o veo algún video suyo en las páginas de la UNED. Para que el lector se haga una idea de su talante, diré que casi todos sus artículos científicos son de acceso abierto. Dado su interés por el estudio del cerebro, me inculcó que tuviera claro que los humanos no tenemos nada infinito, así que no almacenara porquería en el cerebro. Como además se da la circunstancia de que tengo memoria selectiva, procuro no almacenar boutades. Me rio, o no, con ellas pero procuro olvidarlas. Por ejemplo, en el caso de la Complutense y la célebre cátedra que anda por la Plaza de Castilla, como ya me he hecho mi resumen y mi opinión gracias a los datos constatables que he leído, lo demás me parece accesorio e interesante solamente para los afectados. Con lo ocurrido hace unos días en Radio Nacional de España, en el que hubo un despliegue de medios de seguridad impresionantes porque iba la esposa del presidente del gobierno, me ocurre igual, me parece una boutade de nuevo rico. Así que usaré mi memoria selectiva para no ocupar el cerebro con tonterías.