No es solo mala suerte

Así de rotundo. Porque no es solo mala suerte. Si relatamos la larga lista de accidentes laborales en lo que va de año se han cobrado la vida de 11 trabajadores en Almería y es argumento suficiente para que se disparen las alarmas alrededor de una anormalidad que lejos de remitir se revitaliza con cifras funestas que remiten a las de hace casi dos décadas. Aunque todo se intuye bajo máximo control no parece consecuente descargar solo en el azar, en la mala fortuna, la causalidad de la muerte de once personas mientras atendían sus empleos o, se dirigían a sus puestos de trabajo. Cabe preguntarnos sobre la responsabilidad de las empresas y empleadores y sobre su cumplimiento de la Ley de Riesgos Laborales; cabe, también, cuestionar la laxitud de las administraciones en el control de seguridad y la salud laboral; o preguntarse sobre la permisividad, proporcionalidad en la sanción y eficacia de un sistema judicial que es, además, lento… Hacen falta más y mejores inspecciones. Pero cabe apelar a la responsabilidad de los trabajadores para ser rigurosos tanto en la exigencia de medidas de prevención como en su cumplimiento sin descuido. Así pues, revisar, repensar y replantear unos modelos laborales que vuelven a ofrecer resultados trágicos. En Andalucía son ya 53 accidentes laborales.