¿No hay suficiente para dejarlo?

Hace seis años llegaba un hombre al Congreso de los Diputados guapo, simpático y con una misión dicha por él: acabar completamente con la corrupción y limpiar las instituciones. Así se presentaba Pedro Sánchez en la moción censura contra Mariano Rajoy por el caso Gürtel. Parecía que llegaba el salvador de la democracia de nuestro país, pero se ha demostrado que lo que ha pasado con este gobierno denominado “progresista” es igual de casposo o peor que los que se fueron ¿Qué debe de pasar ya para que el señor Sánchez lo deje con lo que tiene? Miren, si me lo permiten en el texto de hoy voy a enumerarles varios motivos y casos: cese del coronel Pérez de los Cobos, nombramiento de Dolores Delgado como fiscal general del Estado, indultos a los presos del procès, el CIS de Tezanos, el TC declara anticonstitucional los Estados de Alarma por la pandemia, viaje de Delcy Rodríguez a España, crisis migratoria en Melilla y Ceuta, nombramiento de Conde-Pumpido como presidente del TC, ‘caso mediador’ y sus famosas fotos con prostitutas, indultos a los condenados por los ERE, aprobación de la amnistía para conseguir los votos de Puigdemont, caso Koldo, imputación de su esposa Begoña Gómez, investigación a sus hermano David Sánchez, informaciones ahora sobre su propio padre, nombramiento de Escrivá en el Banco de España, beneficios a los presos de ETA, crisis en Ferraz por su liderazgo por encima de todo, ¿es suficiente para dejarlo, ya señor presidente? ¿qué más puede ocurrir o pasar? Todo está en la prensa diaria de hasta los más afines al Ejecutivo. Tienen que asumirlo y más con una portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, que se inventa las cosas de una manera descarada. Existe, como digo, una pasividad increíble e inexplicable que hace sólo 10 años era terrible para que un presidente dejase ya la política. Eso sí, comprar el voto con promesas que nunca que llegan sí sabe hacerlo. La última la de la vivienda con no sé cuántos millones para bono de alquiler. Todavía estamos esperando esas viviendas publicas que tanto iba a construir antes de las elecciones. No hay explicaciones y reacción de nada. La Moncloa se ha convertido en una casa presidencial llena de barro con informaciones diarias que él achaca a la famosa “máquina del fango”. Miren, todo se sabrá antes o después, pero señor Sánchez ¿cuándo será el final de esto?