Reflejos
Francisco Bautista Toledo
Víspera de difuntos
Las relaciones abiertas están cada vez más de moda, y nos enteramos por los programas rosas de las televisiones. Es cierto que en mi entorno no existen, pero entre los famosos es lo último. Las malas lenguas dicen que es para poder seguir viviendo del cuento, las buenas defienden que «se les acabó el amor de tanto usarlo» o que su pareja no les satisface y buscan otras personas que lo hagan. Sí, sé lo que se está preguntando: ¿por qué no dejan la relación entonces?. Bueno, muchas veces hay niños de por medio o se aman de una forma distinta. Sea cual sea el motivo, es totalmente respetable. Cada uno es libre de amarse de la forma en que considere, siempre que sea algo pactado y no le hagan daño a otras personas. Y recuerda, si das el paso que sea porque tú quieres, no para complacer a tu pareja. En cualquier caso, el poliamor como también le llaman, le va ganando cada vez más terreno a la monogamia y yo le confieso una cosa, amigo lector: admiro quien pueda con ello. Así que como solía decir mi abuela: «Eso no entra en mi reino».
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