Luces y Razones
Antonio Montero Alcaide
Navidad
La respuesta del mando político en los niveles estatal y autonómico ante las riadas del martes 29 de octubre en la Comunidad valenciana, pasará a la historia como ejemplo claro del ejercicio del mando carente de liderazgo e iniciativa. De acuerdo a la doctrina para el empleo de las Fuerzas Armadas, el mando es la autoridad conferida formal y legalmente a una persona en función del puesto y de la responsabilidad que le corresponde, y se materializa en la capacidad para tomar decisiones e impartir órdenes, instrucciones y directrices. El ejercicio del mando requiere comprensión del entorno, visión permanente de la situación final deseada, acierto en la priorización de los cometidos y los objetivos, adecuado empleo de los recursos humanos y materiales, supervisión del cumplimiento de las decisiones tomadas y permanente sometimiento de sus decisiones a los procesos de valoración. De todos los aspectos que influyen en el ejercicio del mando, conviene resaltar el liderazgo y la iniciativa. El liderazgo se entiende como la capacidad de un jefe para influir en sus subordinados, más allá de la autoridad conferida formalmente. El ejercicio del liderazgo se fundamenta en la identificación con unos valores, el dominio de unas competencias profesionales y la posesión de unas determinadas cualidades personales.
La iniciativa consiste en tomar decisiones para aprovechar las oportunidades surgidas de forma imprevista, actuando coherentemente con el propósito de la autoridad superior. Requiere confianza en la cadena de mando, entendimiento mutuo, conocimiento de los cometidos del escalón superior, dominio de las competencias profesionales, capacidad de decisión, capacidad de gestión del riesgo y compromiso con la organización. Su aplicación responsable en cualquier escalón de mando, junto a la flexibilidad, proporciona agilidad y eficacia.
Es de esperar que del análisis de las actuaciones de ese día y siguientes, lleguemos a disponer de un informe detallado de lo que realmente ocurrió en los distintos escalones de mando político que debían intervenir, aunque de un primer análisis somero de la información transmitida por los medios de comunicación, es evidente la falta de liderazgo e iniciativa, cuestión esta que no es de extrañar puesto que en estas últimas décadas estamos asistiendo a un cambio en nuestra sociedad en la cual “nadie se mueve sin que lo ordene el número 1”. Mientras no reciba la orden, no me muevo, impidiendo a su vez la iniciativa en los diferentes escalones de mando subordinados, que es fundamental para facilitar con ello la inmediatez en la toma de decisiones.
Las consecuencias de esa falta de liderazgo e iniciativa han sido la pérdida de vidas de compatriotas en un número intolerable, de las que nunca llegaremos a saber cuántas pudieron ser salvadas si se hubiera actuado con diligencia, los daños psicológicos en los que vivieron esas trágicas horas y las pérdidas materiales y destrucción de viviendas y entorno, que después de casi dos meses de la tragedia siguen siendo visibles. Para estos compatriotas residentes en las localidades devastadas, la próxima noche del 24 de diciembre, Nochebuena, noche de la vigilia de Navidad en la que los cristianos conmemoramos el nacimiento de Jesucristo, el Hijo de Dios, una celebración muy importante también para nuestra sociedad en general, noche en la que por un motivo u otro las familias tradicionalmente se reúnen para cenar y compartir un rato de alegría, sea por el nacimiento de Jesucristo, por el solsticio de invierno o cualquier otro motivo para aquellos que no lo son, indudablemente no va a ser una noche como la del resto de españoles.
Mientras llevamos ya semanas inmersos en estas fechas navideñas, pensando en la cena de Nochebuena, en la reunión en casa de los seres queridos, nuestros vecinos valencianos seguirán luchando por intentar recobrar su vida anterior, sin luminosos en sus calles que les iluminen y les recuerden que estamos en Navidad. En los municipios afectados en la zona cero de la tragedia (Paiporta, Algemesí, Chiva, Sedaví…hasta 16 localidades en total), esta Navidad no será la misma. Pero sí podemos hacer que sientan la Navidad transmitiéndoles nuestro apoyo y solidaridad, que debe ser encauzado por el mando político. Esperemos que en estas fechas recupere la cordura y ejerza el liderazgo que no demostró en los primeros días, haciendo que la Nochebuena también lo sea para estos valencianos.
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