Luces y Razones
Antonio Montero Alcaide
Navidad
Saz Samai
Podría imaginarme al maestro Franz Liszt, como el héroe romántico. Cansado y sufridor de la sociedad que le tocó vivir, con un semblante oscuro y una brillantez absoluta en el desempeño de su oficio, reflexionando sobre cuan "doloroso y grande es el camino del artista". Quien dedica su vida a la interpretación musical, lo sabe bien. Lo siente, lo padece, y no siempre dispone de oportunidades para mostrar al público, un talento granjeado con incontables horas de trabajo. Los músicos Vicente Prieto y Naira Perdu (natural de Almería) mediante su productora Numen, ofrecen un espacio en la red para subsanar esa necesidad. Numen Nights es un espacio digital concebido para la emisión de conciertos a precios populares, que introducen la música en casa de todos los públicos.
Hacía tiempo que me preguntaba donde quedaron las retransmisiones de conciertos en la televisión, lejos de aspirantes a artistas, bajo la supervisión de un coach. Otro campo de batalla, donde las plataformas digitales de contenidos a la carta, sin lugar a duda, han vencido. En este ámbito encontramos la inteligente idea del programa Numen Nights, que con un formato de concierto-entrevista, tan sencillo como brillante, ha encontrado el equilibrio perfecto entre la tradición de la música clásica europea y las tecnologías del siglo XXI. Creo que uno de los grandes aciertos de Numen Nights, en una sociedad hiper-tecnológica y cada vez más deshumanizada, es su espíritu de difundir una de las herramientas más potentes para mejorar el mundo, la inspiración. Predisponiendo al oyente para otro tipo de escucha. La localización donde tiene lugar la actuación, la tenue luz que ilumina al artista, y la magia de la música en directo, hace que el espectador entre en comunión, con un solista, que comparte sus sentimientos a través de su instrumento, en una atmósfera de intimidad y sosiego, sin caer en el aburrimiento. Un excelente trabajo de realización audiovisual, mantiene la atención del espectador activa, a tal punto de exclamar un ¡Bravo! frente a su pantalla. Créanme. Me ha pasado. Al finalizar el recital, Naira Perdu entrevista al invitado, con una batería de preguntas tan dulces como intencionadas, que vulneran la disciplinaria coraza del artista, revelando el lado más personal de esas "máquinas sistémicas" que conocemos como músicos, pero que en el fondo son humanos con las mismas pasiones que usted y yo.
También te puede interesar
Luces y Razones
Antonio Montero Alcaide
Navidad
Comunicación (Im)pertinente
Papá Noel robotizado
Sin complejos
La mentira histórica
Equipo Alfredo
Urbanismo doloso