A Vuelapluma
Ignacio Flores
¿me meteré en un jaleo por la Navidad?
A Vuelapluma
Me “he gustao”, que dicen los taurinos, al poner el título de este escrito, ya que son innumerables las acepciones que tiene la palabra “jaleo”. Pero como ya se acerca la Navidad y no son fechas de problemas, sino todo lo contrario, quiero que quede claro que me refiero a un “jaleo flamenco” que es es lo que se escuchaba en Reducto / Plaza Pavia en Nochebuena al terminar la cena familiar que se celebraba “con lo que había”, que mayormente eran cuajaderas hechas en los hornos de las panaderías de Antonio Herrera (Reducto) y en la de Nicolás Cuadrado (Plaza de Pavía), mantecados también caseros en su mayoría y, por supuesto vino Gran Reservado, porque la garrafa la había conseguido alguien a través de un pariente que tení unas viñas en la sierra, y estaba reservada para Nochebuena. De postre, horas cantando villancicos acompañados de los tres instrumentos fundamentales para ello: la alpargata de la abuela y el cántaro, la zambomba y las botellas vacias de anís dulce y una cuchara, y a cantar villancicos mientras duraran las fuerzas. ¡Increíbles Fiestas! Así que, deseo que tengáis unas muy Felices Pascuas y, por favor, “soportar” a los cuñados.
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