Un mes más

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía le da otro mes al alcalde de Carboneras, Salvador Hernández, para que revise la licencia dada en el 2003 al Algarrobico por parte de un ayuntamiento en el que mandaba el Psoe. ¿Cuántos meses lleva dados en estos años? ¿Cuántos alcaldes se han visto en la misma situación? Lo estuvo Amérigo, Cayuela y ahora Hernández. No recuerdo si Amérigo la llevó a pleno, Cayuela lo hizo y no tuvo los votos suficientes. Ahora se lo piden a Salvador. La lleva, vale, cumple con la justicia, y el pleno no le da los votos suficientes, ¿qué le puede exigir entonces el Tsja? Por qué no acaban de una vez con el puñetero juego en el que han metido al ayuntamiento del pueblo. Un juez paralizó las obras sin pensar en la licencia dada por un equipo de gobierno legalmente elegido por el pueblo y en el problema que se ha creado. ¿En qué estaba pensando aquel juez? ¿Quién le asesoró? ¿Qué interés le llevó a la paralización? ¿Respondía a algo o alguien? Si aquel lo hizo, dicen en el mundo del ecologismo que con valentía: Se levantó una mañana y a freír espárragos el final del hotel. Hagan ustedes lo mismo, señores del Tsja, se levantan una mañana, y sin preguntar nada al ayuntamiento, deciden, por eso tienen la justicia en sus puñetas, que la licencia dada tiene algún vicio, eso manifiestan ustedes, y que por lo tanto la declaran ilegal. Y se acabó el problema para el ayuntamiento, el alcalde y el hotel. Según Ramón Fernández Pacheco, el que fuera alcalde de Almería, hoy consejero de Moreno Bonilla en la Junta del convento, hay dinero preparado para su derribo. ¿Qué problema tienen ustedes? Los jueces derogan la licencia, y los políticos usan el dinero de los ciudadanos, el que nos sacan a través del miedo con los impuestos, que no deja de ser un robo a ley armada, y a tirar el hotel. No mandan ustedes, no condenan o absuelven como quieren y les da la gana, pues puñetas, hagan de una vez como Pumpido, y dejen de esconderse tras los alcaldes del pueblo. Derribo al canto, y en unos meses el paisaje de la zona del Algarrobico vuelve a ser el de toda la vida.

Resulta que Conde Pumpido puede hacer y deshacer a su antojo con las leyes y sentencias de otros tribunales, a las pruebas nos remitimos, las conocen ustedes de sobra y los del Tsja se dedican a poner en un brete a un alcalde, con amenazas de multas, por algo que lo mismo, aunque lo lleve a pleno, como hizo Cayuela, no lo votan el resto de los representantes de su pueblo.