Paseo Abajo
Juan Torrijos
No todos somos iguales
En la punta arriba
Las mentiras, casi siempre, tienen las patillas muy cortas. A poco que cometas un beve lapsus eres cazado como un “pepe” en una red. El caso del que hablamos, al que ustedes deben poner nombre, ocurría hace unos días. Uno de los nuestros/as representantes fue invitado/a una visita. Se monta un pequeño embrollo de dónde se ha quedado, que si en este sitio, que no, que en el otro. Total que al mentiroso/a lo llaman y dice que no espera más, que se va. Y cual es la sorpresa que cuando llegan al segundo lugar se enteran de que nunca se pasó por allí. Ver para creer.
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