A Vuelapluma
Ignacio Flores
No son las emociones, son las deudas
Hisn Burxana
Hay tanta mentira en el espacio político y social que, como dijimos en el último artículo, he tenido que escribir una serie sobre la extensión de los bulos y la estrategia de la mentira por parte de las derechas. En mi última columna hablaba sobre algunos mentirosos en el ámbito internacional. Hoy nos vamos al ámbito nacional, a España. El uso de la mentira como arma política tiene consecuencias devastadoras: erosiona la confianza en las instituciones, polariza a la sociedad, dificulta la resolución pacífica de conflictos y pone en riesgo el progreso social. Debemos promover la educación crítica, el pensamiento crítico y la verificación de la información. Solo así podremos construir una sociedad más justa, informada y democrática.
Pues todo esto es lo que la derecha y la extrema derecha española quieren destrozar utilizando como herramientas la mentira, el bulo y la falsedad. Algunos actores políticos parecen estar empleando la desinformación como herramienta para alcanzar sus objetivos, lo que representa una seria amenaza para la democracia. La utilizan de manera sistemática para erosionar la confianza en las instituciones, polarizar a la sociedad y promover su agenda política. Esta estrategia se basa en la difusión de información falsa o distorsionada a través de diversos canales, incluyendo redes sociales y medios de comunicación afines. Lo hacen utilizando tácticas, tales como la distorsión de datos y estadísticas o la creación de bulos y noticias falsas. Se inventan historias sin fundamento para atacar a los oponentes políticos, desacreditar a las instituciones o sembrar la discordia social. Una táctica muy empleada es la deslegitimación de los medios de comunicación críticos a los que se les acusa de ser “manipuladores” o “propaganda”, con el fin de silenciar las voces disidentes. Las consecuencias de esta estrategia son preocupantes. La desinformación constante genera confusión y desconfianza en la población, dificulta el debate público constructivo y crea un clima de polarización que puede derivar en violencia. Es crucial que la sociedad española esté alerta frente a estas tácticas y que se promueva una cultura de pensamiento crítico y verificación de la información. Para muestra, un botón, y el caso más reciente del uso de esa artillería manipuladora por parte de la derecha, en concreto del PP, lo estamos viendo con la DANA de Valencia.
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