La esquina
José Aguilar
Un fiscal bajo sospecha
El Pingurucho
Los centros educativos y los entornos laborales son los escenarios donde se producen las principales situaciones de rechazo, discriminación e incluso acoso, que acaban deteriorando la salud mental de quienes las sufren. Todas las administraciones, incluido el Ayuntamiento, deben hacer el máximo esfuerzo por propiciar entornos saludables y aumentar los recursos y servicios a los pacientes.
El destrozo ocasionado por Moreno Bonilla a la sanidad pública andaluza en beneficio de la privada, que también está afectando al ámbito de la salud mental, ha adquirido tal dimensión que es perfectamente visible en nuestras calles, con las colas de pacientes frente los centros de salud de nuestros barrios para conseguir una cita médica.
En abril del pasado año solicitamos al equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento un compromiso mayor con las personas afectadas y sus familias. Nuestras propuestas, aprobadas por unanimidad, reflejan las demandas de diversas asociaciones que trabajan en este ámbito. Es fundamental que estas entidades dispongan de espacios municipales fuera de los entornos sanitarios para combatir el estigma asociado a la enfermedad mental y evitar que los afectados se sientan medicalizados.
Es urgente proporcionar formación a los trabajadores municipales, especialmente a Policía Local y Bomberos, sobre cómo identificar y atender adecuadamente a personas con trastornos mentales, ya que son los primeros en responder en situaciones de emergencia. Y es crucial contar con recursos habitacionales para las personas sin hogar que viven la enfermedad mental a cielo raso.
Celebramos la creación de una Mesa Técnica de Salud Mental en el seno municipal para trabajar en la prevención y detección de trastornos, pero esperamos que el resto de nuestras peticiones también se cumplan. Hasta ahora, las acciones del equipo de gobierno del PP se han centrado más en la sensibilización que en integrar la salud mental en la cartera de servicios sociales municipales, pero es hora de que el Ayuntamiento profundice en su colaboración con las asociaciones que trabajan con pacientes de diversas patologías mentales.
En definitiva, es hora de que el Ayuntamiento asuma su responsabilidad y actúe con decisión para mejorar la vida de quienes sufren problemas de salud mental y sus familias. La salud mental no puede seguir siendo una asignatura pendiente.
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