Mazón igual a Sánchez

Cuando a uno le toca, tiene que asumir responsabilidades y no mirar para otro lado. Podría ser una frase usada por el señor Feijóo atacando al señor Sánchez. Ahora la historia ha cambiado y la tiene en su partido. No sabe dónde meterse y cómo asumir esta crisis. Me refiero al caso del president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, que sigue aferrándose a su puesto cueste lo que cueste. En esto se parece mucho al presidente del Gobierno. Incluso pacta con un socio cabreado, Vox, que rompió con él el pasado verano. Es un intento aferrado en seguir sin ningún sentido. Las investigaciones judiciales siguen señalando su gestión y debería dar ejemplo y dejarlo ya. Se acabó, no pasa nada. Estamos en semana de Fallas y no sé , sinceramente, dónde se meterá porque está visto que en Valencia ya no le quieren. La cuestión que tiene el PP es grave. Feijóo no quiere liar una crisis parecida a la que ocurrió hace unos años con Pablo Casado y Teodoro García Egea, pero se está jugando una batalla electoral importante en la ‘terreta’. Un lugar donde el esplendor de los populares llegó hace muchos años con Rita Barberá, desapareció y volvió tras el trabajo de Génova 13 allí. El señor Mazón es un muerto viviente en la política, imagino que quiere demostrar que él hizo lo que pudo, lo que pasa es que la situación es cada vez más comprometida. Luego que no vaya dando lecciones al señor Sánchez porque, como diría Josep Pedrerol, “ha quedado retratado”. Incluso con informaciones que apuntan a que la foto del Cecopi pueda ser falsa. Está haciendo una gran faena al partido y una vez más salen ganando el relato los socialistas. Una historia que al principio, Feijóo intentó defender y fue cayéndose poco a poco por su propio peso. Incluso mensajes a los medios para meter presión a los populares valencianos para que lo dejara. En resumidas cuentas, Mazón se ha convertido en un ser político muy parecido al presidente del Gobierno, es decir, primero yo y mi circunstancia. Igual estamos ante un nuevo virus en lo que todo se pega y la autocracia es la nueva moda de la política que vivimos.