Más malos que la quina

07 de diciembre 2024 - 03:09

Son las figuras del momento. La semana pasada nombramos a Elon Musk y Donald Trump, y otra vez tenemos que traerlos a colación. En esta ocasión porque han fundado en Mar-a-Lago –junto con algunos magnates más- un fondo de inversión dedicado a boicotear las empresas que tengan programas sociales, de inclusión, feministas y demás delitos. Se llama “Azaria 500 Meritocracy”. Lo de la “meritocracia” es un disfraz para tapar su odio. Han dicho que tienen que proteger a los hombres blancos heterosexuales contra la dominación extrema de negros, latinos, mujeres, mariquitas, bolleras, cojos, ciegos y demás grupos de colonialistas del mundo. Por supuesto, siguen con la defensa de los combustibles fósiles y demás lindezas. Se puede entender (que no compartir) el que haya empresarios y grupos empresariales a los que les importen un comino las políticas de igualdad, contra la discriminación racial etc. Pero lo que ya cuesta más tragarse, sin que te entren ganas de cagarse en sus muertos, es que ricos y poderosos estén invadiendo, sin careta alguna, el poder político en las democracias tradicionales.

La lucha de todo este movimiento mundial es contra los derechos adquiridos en la segunda mitad del siglo XX, y no se limita a los multimillonarios. En todas partes hay enemigos de los controles estatales pero, eso sí, solo hasta que ellos controlan esos poderes. El extremo más aberrante es Afganistán, donde unos fanáticos religiosos están machacando a su pueblo. La más reciente es la prohibición de que las mujeres estudien medicina, enfermería, odontología e investigaciones sobre salud. Como esas desgraciadas mujeres afganas ya tenían prohibido que las trate un médico hombre, supone mandarlas a la muerte. Eso sí, después de violarlas bien jovencitas y hacerlas parir algunos hijos antes de palmarla. ¿Qué es un ejemplo demasiado alejado de lo que ocurre por estos lares? Ya veremos hasta donde llega el desmantelamiento de la sanidad pública. Bueno, en los EEUU prácticamente no existe.

Trump, Musk y sus muchachos nos recuerdan a los hermanos Malasombra, los malos de los Chiripitifláuticos (los buenos eran Valentina, Locomotoro y el capitán Tan). Cantaban: “Somos malos, Malasombra, somos malos de verdad...¡Y más malos que la quina!”. Los Malasombra de todo el mundo quieran hacerse con los mandos del planeta Tierra y, poco a poco, están consiguiendo el poder de muchos países....Aterra el panorama.

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