Un lúcido atrevimiento

Su idea del personaje histórico dista muchodel que hemos estado recibiendo

13 de junio 2024 - 00:00

Se trata de un gran atrevimiento? El mismo título del libro Cartas de María, muestra que hay que tener valor y mucha confianza en las propias ideas para hacerse portavoz inmediato de lo que piensa, dice o quiere María. Mostrar en una serie de cartas que se adjudican directamente a un origen celestial cuáles son las posiciones que, frente a la rancia tradición, adoptaría un cristianismo prístino es, repito, un gran atrevimiento. Es como la actividad de los restauradores de cuadros cuya labor consiste en eliminar ciertas excrecencias que se han adherido al cuadro y dejarles los colores primitivos. Me parece que es un libro que no está dirigido a mi. Supongo que estará más bien dirigido a los creyentes. Pienso que muchos de ellos se escandalizarán ante ciertas aseveraciones del autor, pero en todo caso invitan a la reflexión. He leído el libro porque, después de haber leído una primera obra del mismo autor, Cartas a Maria, de la que en su momento di noticia, he tenido buenas conversaciones con Jesus Fernandez Bedmar, el autor, discutiendo sus ideas. Encuentro que la tesis central del libro es presentar una imagen de Maria que no se compadece con la tradición. Su idea del personaje histórico dista mucho del que hemos estado recibiendo . Está considerablemente lejos de la sublimidad con la que aparece revestido: la considera más bien una niña, una joven, una mujer cercana, similar a todas las de su tiempo, una de cuyas virtudes es la modestia. Es claro que la tradición carece de razones, a no ser de índole prejudicial, para revestirla de aquellas cualidades maravillosas, incluida la belleza física multiplicada en la iconografía. Tampoco las tiene el autor para desmentirla. Aunque puestos a elegir, me parecen preferibles las segundas. No obstante son estas unas cuestiones secundarias, como lo son las referentes a los nombramientos honoríficos y la carga de joyas por las que no experimenta gran simpatía. Plantea con cierta profundidad otras cuestiones de índole dogmática que requieren un análisis racional al que las somete Jesús F.Bedmar. Me refiero a su postura respecto a la virginidad o a la exención de todo tipo de pecado. Esta última cuestión si la tiene más clara en cuanto no la considera una condición ni necesaria ni coherente con el carácter de libre decisión de Maria que aparece en la narración de la anunciación. En cuanto a una virginidad de carácter estrictamente fisiológico,no la considera como una característica superior dada la cultura hebrea que tanto valor daba a la fecundidad y a la procreación. Además para ser descendiente de David, y se cumplieran las escrituras, tendría que ser hijo biológico de Jose, cuya figura, por cierto, también aparece claramente modificada y humanizada en este libro. Finalmente está claro que se trata de un libro polémico. Por tanto, es dogmático. Invita a la reflexión. Y el campo está abierto.

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