Opinión
Las uvas de Isabel y Pedro
No sé si la tragedia de la DANA será causa para celebrar o retrasar el 41 Congreso Federal del PSOE previsto para finales de este mes en Sevilla. La sensibilidad al infortunio de los afectados debería echar el freno a su celebración mientras los estragos de la DANA huelan aún a rastrojos de urgencia. Los pueblos valencianos arrasados sufren día a día los tarascones del dolor en los rostros de sus ciudadanos y no creo sea tiempo de soñar con debates internos en un Congreso del PSOE que puede sonar a epifanías, si no que más bien es tiempo de ayudar solidariamente a galopar a la consejera de Interior de la Generalitat valenciana que no sabía de la existencia del sistema ES-Alerta hasta la mismo noche que el barro se tragaba centenares de víctimas y el Presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, se entretenía en un almuerzo de varias horas con una periodista mientras pueblos de su Comunidad Autónoma quedaban bajo el agua. ¿Cómo no mostrar los valencianos de Paiporta su rabia filosa aquel día que los Reyes de España y presidentes del Gobierno y Comunidad Valenciana pisaban con sus zapatos de traje el mismo lodo que ellos barrían?, ignorantes de que todo lo que pasó se fue, pero lo que quedaba era mucho. Con las ayudas aprobadas en Consejo de Ministros pasado es probable que gente mezquina construya una narrativa para que la rabia del lodo pese más que los compromisos del Gobierno en la reconstrucción de más de 1.500 kilómetros de carreteras, 4.300 edificios afectados y 100 kilómetros de ferrocarril. No sería deseable que, a propósito del cónclave socialista, se construyera un relato tóxico con signos de interrogación, comillas, verbos y adjetivos arrojados contra el PSOE, censurándolo de irresponsable por debatir sobre los capilares de la ideología, mientras los damnificados se retuercen de rabia y dolor, o como si el duro trabajo y la incertidumbre del futuro no contara con el apoyo institucional necesario, con todo el espacio, todo el tiempo, todo el sueño y toda la vigilia de un gobierno comprometido socialmente. El PSOE debería poner las luces cortas para ver mejor a su alrededor y tomar decisiones marcando el camino a Carlos Mazón, que ha perdido la credibilidad y los reflejos del buen gobierno, sin capacidad de gestión para responder a tanto dolor. De no ser así, probablemente los verdaderos y únicos responsables del desastre abrirán las puertas del infierno a “influencers” anónimos para sembrar las redes sociales y medios de comunicación de oscuridad, bulosy oportunismo político en torno al 41 Congreso del PSOE y convertirlo también en lodo.
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