
Abierto de Noche
Francisco Sánchez Collantes
Martes
La lluvia es terrorífica, al mismo tiempo es necesario que llueva y que no llueva, o mejor dicho, que no llueva tanto, que la lluvia llueva bien, poquito y bonito, o más pero no tanto. Si llueve es porque llueve y si no llueve es porque no llueve. La lluvia, inconsciente como ella misma, llueve cuando le da la gana. Los humanos, por lo contrario, como seres básicamente predecibles, cuando hay desastres porque la lluvia llueve inconscientemente, primero decimos que tenemos que hacer cosas para prevenir estos desastres y luego no hacemos nada. Yo odio la lluvia. Sé que es necesaria, pero yo no tengo nada que ver con esto. No trabajo en los ministerios o confederaciones, no tengo cátedras teóricas, no trabajo en ingenierías que dan conferencias, ni siquiera soy tertuliano a sueldo. Y por eso yo no tengo nada que ver y prefiero que no llueva a que llueva, tan inconsciente como la propia lluvia, prefiero el sol, buen tiempo, ningún viento, y sin calor ni frío. Y sí, la lluvia es necesaria, pero también la electricidad, las camisas, el queso en lonchas y una cervecita de vez en cuando, pero es que nada de eso depende de mí. Claro, los gregaristas me espetan, tú eres parte del sistema y por tanto todo depende de ti, como ser político que tiene la obligación de participar en la comunidad, políticamente, sobre todo. Para empezar ni voy a las reuniones de mi comunidad. Les doy mi voto universal, que sí a todo. Y lo mismo a los políticos, municipales, provinciales, autonómicos y estatales. Estoy a favor de todo lo que hagan, les doy mi voto cuando lo pidan, pago los impuestos que digan, al igual que mi cuota de comunidad y todo lo que haga falta, pero solo les pido una cosa en cambio, que me dejen en paz. Que me dejen odiar a la lluvia fastidiosa que me moja todo lo que llevo cuando tengo que ir a alguna parte, y el viento, no te digo, me fastidio pero maldigo todos los fenómenos atmosféricos porque pago religiosamente a todos esos gregaristas para que hagan lo propio para prevenir todos esos imponderables. Imposibles prevenciones, pero no pasa nada, siempre le echaremos la culpa a otro. Sobre todo a mí que no contribuyo a la socialización del problema. Si todos fueran como yo, el mundo sería peor. Cómo. Para colmo cojo frío y me tengo que poner a tope de fármacos automedicados. Encima. La lluvia en Sevilla será una maravilla pero en Almería es un coñazo insoportable.
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