¡Llegó cuando llegó!

Yla consejera de salud de la Junta, doña Catalina García, tiene razón cuando manifiesta: La ambulancia “llegó cuando llegó”. Cuarenta minutos después de ser solicitada desde la localidad de Bentarique, si, cierto, pero “llegó cuando llegó”.

Y claro, el hombre que la esperaba en Bentarique, “se murió cuando se murió”. Se podía haber esperado a que llegara la ambulancia, se podía, porque la ambulancia “llegó cuando llegó”. Pero el hombre no debió tener paciencia, no se esperó los cuarenta minutos que tardó la ambulancia, “que llegó cuando llegó,” y se murió.

No es el primer caso, viví uno hace unos años en Terque, en aquella ocasión no fueron cuarenta minutos, algunos más se dieron, pero ocurrió lo mismo, la ambulancia “llegó cuando llegó” y la mujer, aquel día era una señora, se murió esperando la ambulancia, “que llegó cuando llegó”. Es posible que aquella mujer, no recuerdo el nombre, tampoco tuviera paciencia, o no le dio la gana esperar a la ambulancia, y “se murió cuando se murió”.

Estoy convencido que cada uno de ustedes conoce una historia similar, alguna cercana y hasta familiar en la que la ambulancia “llegó cuando llegó” y el ciudadano que la esperaba “se murió cuando se murió”. Así se escribe la historia. La consejera pide disculpas por el fallecimiento ocurrido en Bentarique, pero deja bien claro que la ambulancia “llegó cuando llegó”. Y lo remata con un: Ojalá tuviéramos una ambulancia para cada urgencia en Andalucía.

Eso sería lo importante, pero no vemos que hagan ustedes nada por lograrlo. Con decir que la ambulancia “llegó cuando llegó”, cierran el grave problema que en los pueblos del interior de Almería se está viviendo desde hace décadas con el tema de las ambulancias, esas que según la consejera “llegan cuando llegan”. Y que, en algunos casos, decimos nosotros, cuestan la vida de una persona.

No les debe preocupar demasiado la vida de la gente cuando se trata de esperar a esa ambulancia que “llega cuando llega”, si lo hicieran, seguro que buscaban dinero para aumentar el parque de ambulancias que tiene la comunidad. Qué gran y ancho corazón tiene el presidente de la Junta, Moreno Bonilla, que está bien, que nos encanta que así sea, pero algunos creemos que un poco menos ancho el corazón y más ambulancias en las carreteras salvando vidas, como la que no se pudo salvar en Bentarique, porque la ambulancia “llegó cuando llegó”, según la consejera de salud de la junta.