Líderes y dictadores

En la Declaración Universal de los Derechos Humanos se dice: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en derechos…” Y uno de los más importantes es ejercer la libertad que nos hace humanos. Pero para organizar la convivencia social, surgen personas que, con diferente carisma, intentan controlarnos para evitar el desmadre. Entre estas élites de personas, distingo dos clases: los líderes y los dictadores. La diferencia es obvia: un líder trata de satisfacer las necesidades del pueblo, respetando y estimulando su libertad de pensamiento y su capacidad de acción, mientras que un dictador impone sus ideas y penaliza a quien se opone a ellas.

La democracia se basa en la legítima voluntad del pueblo, del que emanan todos los poderes del Estado: legislativo, ejecutivo y judicial. Pero sin imponer ideología, banderas ni símbolos, sino dejando a cada ciudadano expresarse como mejor le parezca. Necesitamos líderes, no dictadores. Una democracia que, regida por mayorías, respete a las minorías. Hay sitio para todas y todos.