León, comunidad autónoma

La Diputación de León, con los votos en contra de Pp y Vox, ha aprobado, el resto de los partidos han votado a favor, que se inicien los trámites para convertirse en una nueva comunidad autónoma dentro de un estado español que cada día aparece más desmembrado.Todos sabemos el empujón político, algunos siguen manteniendo que ilegal, por el que entró Almería legalizando la comunidad andaluza que conocemos. Almería tiene una voz callada, pero importante dentro de su término provincial, que estaría por la labor de buscar una salida fuera de la comunidad andaluza. En estos días, cuando se oye la voz del antiguo Reino de León, en Almería se recuerda aquel referéndum y algún mensaje en campaña con deje de la Andalucía cantaora y flamenca que te decía: ¡Andaluz, este no es tu referéndum!

Y esa parte de los ciudadanos del levante almeriense que se quedaron en casa aquel día, manifestando claramente que ese referéndum, que esa comunidad andaluza no era lo que ellos querían de cara al futuro de su tierra, a los que se han ido uniendo voces que han visto como los distintos gobiernos que ha tenido Andalucía no han dado soluciones a los grandes problemas de esta provincia, ven en León una nueva oportunidad para seguir en la pelea.

Los llamados almeriensistas son conscientes de que no lo tienen nada fácil, los medios no es mucho cuartelillo elque les dan, y los grandes partidos no se los toman en serio. Y cuando aparecen con sus ropas de antaño, más bien parecen un grupo de coros y danzas, que un colectivo de personas que buscan una salida política a la provincia, alejada de los grandes grupos de poder de Andalucía. Los almerienses no están solos, Juntos por Granada, sigue andando el mismo camino. Son pocos, es cierto, pero casos como León abren expectativas.

Con los socialistas en la Junta, los agravios sufridos por Almería llevaron al Partido Socialista a una situación de mínimos, en lo que a los votos recibidos se refiere. La presencia del Pp, votado por los ciudadanos con cierta ilusión, parecía hacer olvidar aquella reacción contra la llamada Andalucía. Tras seis años en el poder de los peperos y los necesarios cambios que se esperaban, Almería sigue sintiéndose una colonia de los políticos de Sevilla, y los almerienses ni se reconocen en los programas de la televisión que entre todos los andaluces pagan. El que Juan y Medio sea paisano llena de alegría a su pueblo, y satisface al resto de la provincia por su éxito, pero no es la satisfacción, ni la reivindicación que esta provincia necesita.

La economía va bien, y se aplaude, pero Almería, como otras provincias que conforman la comunidad, quieren algo más, algo que no están recibiendo.