Le embargan la pensión

Desde cualquier rincón, sector, acera o ideología que se mire, lo que está ocurriendo en España es de aurora boreal. ¡Que vergüenza! ¡Adonde nos están llevando los políticos que nos dirigen el camino! A ellos los vemos: llenándose los bolsillos todo lo que puedan con nuestros dineros. ¿A nosotros? A seguir soportando y pagando sus impuestos, lo que no deja de ser un robo de nuestro patrimonio. Leo la noticia, me llega lejana, tan lejana que cada vemos más distancia entre las ciudades españolas (es el sino al que nos llevan los nuevos tiempos políticos, la división y el enfrentamiento), desde la hermosa La Coruña, donde el ayuntamiento ha embargado, y no es la primera vez, ojo, la pensión a una vecina de la localidad por los pagos que no efectúa el okupa que, tras una patada, le tiene robado el disfrute de su casa. Lo hemos dicho en más de una ocasión, y nos toman ustedes, señores políticos, por el pito del sereno. Incluso llegan a decir que no existe la okupación, con k, como problema en España, que es un bulo lanzado desde el odio que pregona la extrema derecha. Imagino que algo parecido deben pensar los partidos que sientan sus pasaderas en el ayuntamiento gallego, que no existe la ocupación, y que los okupas no existen. De tal manera mantienen esta opinión que, ante la falta de pago de una vivienda en cuestión de agua, basura y otras lindezas, embargan a la propietaria, a la que le tienen ocupada la vivienda. Para el ayuntamiento de La Coruña, como ocurre con algunos partidos que cobran el sueldo de los ciudadanos de Almería, la ocupación no existe, no es un problema, ¿verdad Adriana? Imagino que, si mañana hay que embargar la pensión a un vecino de Almería por no pagar, en el ayuntamiento no le van a tener en cuenta si la casa la tiene okupada. Tiene que pagar, y si no lo hace, le embargo la pensión. No me digan que no estamos en un país de guasa y cachondeo. Usted okupa una vivienda, no paga los servicios que recibe, y los tiene que abonar el dueño al que estos okupas, con una patada en la puerta, le han tomado por la fuerza la casa. Se les llena la boca en la defensa de los vulnerables, de los pensionistas, pero cuando se presentan la realidad de los temas, vemos como les dan la espalda a esos jubilados que solo quieren tener los últimos años de su vida en paz. ¿Sería capaz la alcaldesa de Almería de hacer lo mismo con la pensión de un jubilado de su ciudad? ¿Le votaría la moción la oposición? ¿Ellos, a tomar un americano en el Kiosco Amalia?