A Vuelapluma
Ignacio Flores
Los míticos 451º F
El Pingurucho
Los vecinos de La Vega de Acá se manifestaron exigiendo la construcción de nuevos centros educativos en sus barrios. Era de esperar. Un Ayuntamiento no puede dar vía libre a la construcción de viviendas en una zona de expansión de la ciudad, sin prever que esas familias, tarde o temprano, acabarán necesitando todo tipo de servicios, especialmente aquellos tan básicos como un colegio o instituto.
En los últimos años, la Junta de Andalucía, responsable única de la construcción de centros educativos, ha prometido la creación de 5 nuevos centros en la ciudad: el colegio de El Toyo y la Vega de Acá, y los institutos de La Cañada, Los Molinos y la Vega. La realidad es que, a día de hoy, no hemos visto ni un ladrillo, y el problema es que se trata de un asunto que no tiene espera, pues, en apenas en unos años, esos niños y niñas habrán cambiado de etapa formativa, tras pasar varios cursos de idas y venidas de un barrio a otro.
En el solar de La Cañada ya se tendría que estar construyendo la estructura del nuevo instituto prometido por el presidente de la Junta de Andalucía, Moreno Bonilla, y, sin embargo, no se está haciendo nada. Tras la última visita de la consejera del ramo supimos que la Junta se dispone ahora a redactar un ‘programa de necesidades’, cuando las tienen perfectamente definidas desde 2022. No saben ya qué inventar para dilatar el inicio de las obras. De hecho, prometieron fondos en los presupuestos andaluces y ni en los de 2023 ni en los de 2024 han consignado un solo euro.
Pero hay casos peores, como el de las 500 Viviendas, donde clausuraron el CEIP San Valentín, reubicando al alumnado en otros centros, sin que hasta la fecha los vecinos sepan cuándo van a recuperar su colegio.
Mientras, la alcaldesa, lejos de alzar su voz y exigir a la Junta que ejecute sus compromisos con la ciudad, para no molestar a sus compañeros de partido, sale al rescate de su presidente y anuncia que el Ayuntamiento va a correr con los gastos de la redacción del proyecto para el colegio de la Vega de Acá. Enhorabuena. Gato blanco, gato negro, lo importante es que cace ratones y ojalá que pronto veamos máquinas y operarios levantando el nuevo colegio. Pero la experiencia nos dice que el presidente andaluz está muy cómodo en su sillón, arrullado por el silencio atronador de su compañera de partido en Almería.
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