Jueves negro

Menudo día le dio este periódico a la señora alcaldesa el jueves pasado. Empezó la cosa con las gacelas muertas en la finca experimental de la Hoya debido al ruido del festival de flamenco que hicieron ahí. Pero, bueno, qué es más importante, las gacelas o el flamenco. Ya se sabe que lo del medio ambiente es un camelo de la izquierda. En fin, que han tenido que suspender los conciertos. Hay una denuncia ante la fiscalía por esto.

Pues ¿y los toldos para dar fresquito al centro? Hombre, lo mejor son los árboles, pero ya se sabe que dañan las tuberías subterráneas. Es más fácil poner toldos que ordenar la maraña de tubos y canalizaciones que hay debajo del pavimento, que cada empresa concesionaria y cada servicio tiene el suyo. Hay calles con alta densidad de tapas –movedizas, inseguras, sonoras– en la calzada. Así que toldos y no árboles en la ciudad de más de 3000 horas de sol al año. ¿Cómo lo hacen en Sevilla, en Málaga, en…?

Señalizan el Camino de Santiago y se hace foto el concejal de turismo. Con eso se quiere apoyar este tipo de turismo. Caramba, no sabía yo que los peregrinos son turistas. ¿Sólo son turistas? ¿No es esto más bien tema de Cultura?

¿Y la multa que la Junta Electoral Provincial ha impuesto a Antonio F. Rubio, según dice este periódico el viernes, por insultar a un ministro en su tertulia de Interalmería en campaña electoral? Una televisión pública, no se olvide, sostenida con los impuestos de todos y todas, debe ser imparcial. Pero Almería es Almería, y la televisión local es, aquí está la prueba, del PP.

¿Y los carriles bici? No hacen más que quitar aparcamientos –gratuitos, quieren decir–. Se han gastado 5 millones de euros que vinieron de la Unión Europea en pintura. Solo pintura. Y si es obra, piensan en reponer la pasarela de Pescadería, que ya fue quitada por inútil. Unos lumbreras.

Por no hablar de la zona de baja emisión de contaminantes debidos al tráfico. Resulta que la que más necesitaba restricción es de Calle la Reina a Pescadería. El resto… bien, ¿no? O de los contenedores de basura subterráneos. Los hacen con cuentagotas. En las zonas caras de la ciudad. En Plaza Pavía, por ejemplo, la caseta de los contenedores de residuos es un nido de ratas, pero bueno, esos vecinos no votan al PP. Así que gacelas muertas por ruido, toldos de sombra en vez de árboles, multa a Interalmería por insultar… Vaya jueves le dieron a la alcaldesa.