Por siempre joven (Bob Dylan)

Las canciones de Bob Dylan se pueden utilizar para tres menesteres. El primero, el más inmediato y, de alguna forma, el más lógico es escucharlas cantadas por su autor. El segundo, escucharlas cantadas a dúo por Dylan y Joan Báez pues la “Química”, con mayúscula y lógicamente entrecomillada, existente entre los dos, solamente ellos saben de dónde procedía y, por supuesto, no seré yo quien les preguntara de dónde procedía ni el que usará nunca la imaginación para analizarla. Pero hay una tercera labor a realizar, que está en el mismo plano que las dos anteriores, que es leerlas, una y otra vez, como las poesías de Rabindranath Tagore, pues son filosofía total y profundamente positiva y positivista, como estos versos entresacados de la canción que da título a este escrito: “Que Dios te bendiga y te proteja siempre / que tus deseos se hagan todos realidad / que hagas siempre por otros / y otros hagan por ti / que construyas tu escalera a las estrellas / y subas cada peldaño / que permanezcas por siempre joven,/ … / Que seas siempre valiente / seas firme y fuerte, / que permanezcas por siempre joven,/ … “ Me permito traer la cita a estas líneas porque parece que actualmente la juventud es sólo un periodo de tiempo limitado por la distancia a la fecha de nacimiento, en lugar de una actitud de la persona, o sea, del espíritu, que es lo más profundo de la persona y le da sentido a su vida. Y no sólo eso, sino que los políticos, con esa sempiterna ansia que los guía en sus quehaceres, hablan de “políticas de jóvenes”, sin darse cuenta que lo que existen son personas con ansias de hacer, de prosperar, de consolidarse como personas que tienen espíritu, Pero claro, para pensar así, les haría falta dejar de fiar todas sus labores al materialismo y orientarse en la mejora integral de las personas, en cualquiera de sus edades, pues ¿quiénes son ellos para calificar de jóvenes, o no, a las personas en función de la fecha de nacimiento, en lugar de hacerlo en función de su actitud vital? Piensen que el hecho de tener proyecto vital se sabe, aproximadamente, cuándo puede comenzar, pero se desconoce, en absoluto, cuándo terminan.

Por tanto, lo único que deben hacer los políticos es favorecer que los ciudadanos tengamos un entorno vital que nos sea positivo y favorezca “las ganas de ser”, “las ganas de hacer”. En síntesis, “las ganas de seguir siendo jóvenes”. Lo contrario está resultando muy triste.