A Vuelapluma
Ignacio Flores
Ya mismo lo estreno
Cuando leo algo sobre la identidad de los países me queda claro que en España no disponemos de algo semejante. El territorialismo genético, proveniente de los Reyes Católicos, impide que nos parezcamos a otros países donde sentirse de la cultura común es más importante que los localismos. Para INRI el imperio Español ya no existe y la identidad de entonces hace tiempo que se perdió junto con sus frutos. Llegados a este punto tenemos un país sin identidad común en el que conviven identidades contrapuestas que no encuentran la forma perfecta para convivir. La multiculturalidad no obstante representa una oportunidad para alcanzar un sentimiento común basado en la diversidad y la riqueza de esta. España es precisamente un laboratorio de multiculturalidad. Sin embargo yo creo que la identidad común debe ampliar fronteras. Europa es el reto bajo este planteamiento. Pero tampoco existe una identidad común europea. Si bien existen elementos compartidos el sentimiento común se enfrenta al de los intereses de los países. Precisamente por eso debemos tomar como reto la idea de una europa como destino de cada uno de nosotros. Y eso supone la hipótesis de Europa como país y no como unión de países, con un gobierno central que marque pautas sin que estas supriman las nacionalidades ya existentes. No se trata de suprimir la diversidad y la multiculturalidad. Hoy día hay que dejar clara las premisas. De lo que se trata es de crear una identidad europea que represente a cada una de las culturas que hoy día se encuentran en Europa y precisamente sea un símbolo de diversidad. La idea de lo común es necesaria al igual que es necesaria la idea de lo público. Cierto grado de centralismo permite una mayor cohesión y desde luego acabaría con políticas movida por ciertos intereses. Sin una identidad compartida la diversidad puede convertirse en antagonismo. Por eso Europa debe ser el horizonte de esa idea sobre la necesidad de una identidad ciudadana para todos donde ser europeo no signifique ser miembro de una unión económica sino ser ciudadano de un país llamado Europa con la misma justicia, la misma legislación central, y un sistema de gobierno democrático que sepa dar luz a las necesidades del pueblo basadas en su diversidad. Bajo el marco de un mundo global creo que los planteamientos geopolíticos son los únicos coherentes para construir el futuro de todos.
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