Un horario para siempre

El próximo fin de semana volveremos a cambiar la hora para adaptarnos al horario de invierno que desde la UE se lleva realizando hace muchos años. No puedo ni quiero entrar en cuestionar la utilidad de este cambio horario a final de octubre y de marzo para el ahorro energético, sobre todo hay opiniones mucho más documentadas que la mía y para todos los gustos.

Se llega a octubre y te cambian la hora. ¿Quién le da derecho a un Gobierno a mover el tiempo? El tiempo de un ser humano es sagrado. Hasta ahora en la que tenemos que vivir la deciden otros. Esa hora crea insomnio, malestar, cansancio, depresión, angustia. Eso dicen los especialistas. Amigo lector, puede incluso padecer un infarto por ese cambio de una hora. Pero hay opiniones para todos los gustos. Una más. Mantener el horario de verano supondría alargar una hora las horas de sol por las tardes desde finales de octubre hasta finales de marzo. Pero retrasaría el horario de salida del sol, por lo que en algunas comunidades de la península amanecería a las 10 de la mañana durante los meses de invierno, con el impacto que tendría en la productividad de las empresas y en el rendimiento escolar. Imagínese a los niños entrando de noche al colegio durante muchos meses del año… Pero, además, ello aumentaría el retraso de horarios de alimentación y sueño, por lo que dormiríamos menos. La naturaleza nos provee con un ciclo de luz-oscuridad que ha influenciado enormemente en nuestra evolución. Y la luz y su ausencia tienen efectos en la salud. No debemos olvidar que somos seres humanos y como tales necesitamos descansar y compartir ciertos objetivos vitales con nuestro entorno personal y familiar.

Pero vamos a ver, uno lleva toda la vida viviendo esta circunstancia, resulta que ahora tiene que empezar a preocuparse de lo que le afecta a la salud. Pues oiga, si me ha perjudicado durante tanto tiempo, les juro que no me he enterado, pero me parece correctísimo que ahora, ya que tiene uno una edad y las canas blanquean lo que fue castaño oscuro, nos preocupemos de esa hora de más o de menos que nos obligan a cambiar el reloj, excepto el móvil, el ordenador y algunos aparatos en la cocina. Cuando me quedo mirando el reloj de mi cocina me entra ganas de llamar al Gobierno y pedirle que venga un funcionario a cambiar las manecillas.

Domingo 27 de octubre a las 3:00 serán las 2:00. España en hora buena.