
La Rambla
Julio Gonzálvez
Vivienda y precariedad laboral
El Pingurucho
El Ayuntamiento de Almería consiguió el año pasado renovar el reconocimiento como Ciudad Amiga de la Infancia que otorga UNICEF a aquellas que destacan por su compromiso con los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes, título que nos cubrirá las vergüenzas hasta el año 2027. No sabemos qué dirían los responsables de UNICEF si supieran el trato que reciben los niños y niñas de Almería por parte de su Ayuntamiento.
Los centros educativos de la ciudad, donde los niños y niñas almerienses pasan la mayor parte de su tiempo, están tan deteriorados, como consecuencia de la desidia municipal, que algunos requieren ya una actuación integral y gran de calado. El caso del Ferrer Guardia es, sin duda, el paradigma de la falta de cariño y de respeto del PP hacia la infancia almeriense. Qué impotencia y qué tristeza deben de sentir los padres y madres de estos alumnos cuando los dejan en la puerta de un colegio donde las persianas no suben porque llevan años rotas, donde los aseos no funcionan y huelen a podredumbre, donde no se puede jugar en el patio por culpa de los socavones, donde los cristales y espejos rotos están pegados con cinta adhesiva, y donde las ventanas están cubiertas con papel de plata para evitar que entre el frío del invierno.
De los parques infantiles, casi mejor no hablar. Según dos informes realizados por una empresa a petición del Ayuntamiento, la mayor parte de ellos resultan peligrosos, tienen elementos cortantes y otros en los que un niño podría quedar atrapado, muchos de ellos mantienen el suelo de chinorros, con el riesgo que supone para los más pequeños, y todos en general están sucios y viejos. Eso en aquellos barrios donde los niños y niñas tienen la suerte de contar con un parque de juegos infantiles. El despropósito es de tal magnitud que la alcaldesa ha llegado a construir un parque en una zona de la ciudad donde no vive nadie, imaginamos que como complemento a la alfombra roja que puso al nuevo centro comercial. Y para remate, dentro de unos días, la ciudad celebrará el Día Mundial de la Familia, y lo hará en el marco incomparable del Parque de las Familias, con sus atracciones clausuradas hace casi dos años, con sus fuentes de aguas negras y verdes, tras años fuera de servicio y con sus matorrales salvajes secos. Un parque en el que el PP gastó cerca de seis millones de euros. Así son ellos y ellas. Todo por la foto.
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