Tampoco hay que pasar de todo

Llegan la fechas navideñas y en política sigue la cosa igual. Se hace un poco pesado todo el día con Aldama, Koldo y Ábalos. La historia se está haciendo más larga que la trilogía del Señor de los Anillos, pero sí que es verdad que es rocambolesca e interesante. Lo que pasa es que el país sigue igual y al presidente por un oído le entra y por el otro le sale. De ahí que les diga que se me hace bola. Vivimos un momento de polarización política con el “ y tú más” en el que las imputaciones, informes de la UCO o demás historias con documentos muy comprometidos no son ni noticias. Estamos en este momento de pasividad social, pero lo que sí que tenemos que defender es lo nuestro. Por ejemplo ahora llega la Navidad. Hay un sinfín de costumbres en cada sitio y sobre todo, tenemos unos manjares envidiables. Por esto último, también, tenemos que defender a los que trabajan cada día en el campo para que todo llegue a nuestro paladar en estado de revista. Todo esto que vengo a decirles es por el acuerdo de Europa con Mercosur. Una liberación de mercado que hará una competencia bestial a nuestros productos. Principalmente por los gastos que un agricultor de España tiene en comparación con uno de Brasil. Todo esto que les digo puede sonar ‘trumpista’, con lo primero lo mío y lo español, pero la cuestión no es esa. Si se quiere liberar y tener una globalización ejemplar de todo, debemos competir todos por igual. Miren, la mayoría de las judías verdes se producen principalmente en Marruecos, porque aquí en nuestra tierra, ya no merece la pena. Está bien eliminar barreras, pero claro, las exigencias que piden nuestro país o Europa no son las mismas. Se juegan muchos puestos de trabajo. Miren, yo no entiendo de esto, pero los que producen frutas tropicales, por ejemplo, estarán muy desfavorecidos. ¿Entonces cuál es el límite? ¿Cómo se debería hacer para que todos ganen? Esa cuestión se la dejo a los expertos, pero si ha conseguido llegar a acuerdos con un océano de por medio, ahora les toca a los que en la pandemia, por cierto, estaban al pie del cañón dándonos de comer a todos. Se me olvidaba decirles, estamos en diciembre es la mejor época para un buen tomate Raf de Almería, ya me dirán qué tal.