Gobierno, RTVE y DANA

Lapasada semana, tras comenzar la tragedia de Valencia, me escandalicé por cómo medios pagados por este gobierno no esperaban al recuento de fallecidos para hacer política, mintiendo, con la muerte de compatriotas. Como ejemplo, Javier Fortes y de Antonio Papel, culpando a Mazón.

Era incomprensible que políticos y sicarios periodísticos empezaran la cacería antes de saber lo que había pasado. Me escandalizaba que se culpara a una comunidad cuando era evidente que una tragedia así habría necesitado la ayuda de la administración que controla carreteras, Aemet, Confederación Hidrográfica, ejército y fuerzas de seguridad. Han pasado los días y es evidente que esos primeros ataques eran la defensa de quien se sabía inepto, inactivo, ineficiente, un lastre para el país.

La delegada del Gobierno social-comunista en Valencia daba la primera pista que contradecía la primera intervención de Marlaska: no se pidió la primera ayuda a las ocho sino a las cuatro. Quizás cuatro horas no habrían servido para mucho. Pero es significativa la primera mentira de Marlaska.

Si desde hacía días se sabía que iba a suceder algo trágico, por qué el presidente del Gobierno no anuló su viaje a la India; por qué el gobierno, que mantuvo el pleno para colar a más sicarios en el consejo de RTVE, sí suspendió el pleno de control al ejecutivo y no lo utilizó para plantear un plan de contingencias con apoyo de los partidos; por qué no se activó a ejército, UME y fuerzas de seguridad; por qué no se convocó un comité extraordinario de expertos de las confederaciones hidrográficas, la AEMET, las fuerzas de seguridad, comunidades y partidos; por qué no se ha convocado un consejo de ministros extraordinario, que desde la tragedia del martes no se ha reunido y lo va a hacer este martes por primera vez; por qué se esperó (dicen ahora) a la reclamación de Valencia en lugar de activar a las tropas automáticamente, como se hizo, por ejemplo, ante el terremoto de Marruecos; por qué se invierten 554 millones en publicidad del gobierno en televisiones que criminalizan a Mazón y, en sus pausas, ponen anuncios del Gobierno con nuestro dinero; por qué se han destruido presas y pantanos, mermando el control que del agua éstas hicieron durante décadas.

Vivimos en un país con un gobierno más preocupado por reestructurar el consejo de RTVE para incrementar su poder en él, cosa que hizo el miércoles, ya con cientos de muertos sobre la mesa, que de la vida de sus ciudadanos.