
El Pingurucho
Adriana Valverde
¿Estamos seguros?
Esta novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa (Palermo, Sicilia, 1896-Roma, 1957), única que escribió y publicada póstumamente, fue llevada al cine por Luchino Visconti en 1963, con Burt Lancaster, Alain Delon y Claudia Cardinale y convertida en serie, con acierto, por Netflix ahora. Narra el paso del mundo aristocrático representado por la familia de Fabrizio Corbera, príncipe de Salina, Sicilia, al mundo burgués surgido en el proceso de la unificación o risorgimiento de Italia en la segunda mitad del siglo XIX de la mano de los garibaldinos y el rey Víctor Manuel II con su ministro, Cavour, en un contexto romántico y nacionalista representado por la música de Verdi, en especial el Coro de los esclavos de su ópera Nabucodonosor –conocida como Il Nabuco–. La obra estudia, entonces, la descomposición del llamado Antiguo Régimen y el advenimiento del régimen burgués, dos mundos distintos, y su asimilación mutua, es decir, la aristocratización de la burguesía triunfante y el aburguesamiento de la aristocracia antigua. El proceso es idéntico al experimentado en España en la misma época. Recordemos la Revolución de 1868, que impuso definitivamente la monarquía constitucional. En Almería, el comité revolucionario estuvo liderado por Ramón Orozco, el hombre más rico de la provincia.
Trasladado a nuestra época –siempre digo que la Historia es maestra, y su conocimiento ilustra con frecuencia lo que ocurre a nuestro alrededor–, nos encontramos en un tiempo de cambio paralelo a aquel descrito en la novela. Esta vez son los tecnócratas americanos quienes lideran otro tipo de paradigma geopolítico y rompen todas las reglas conocidas en las relaciones económicas y de poder internacionales, en un proceso acelerado que, si es de suponer en todo cambio histórico un paso adelante, no está nunca claro, tampoco ahora, hacia donde nos lleva. ¿Qué será de los Derechos Humanos con Trump? ¿A qué nos conducen los nuevos imperialismos ruso y americano? ¿Qué papel le va a corresponder a Europa, a España, en el nuevo concierto de las naciones que surja de la era Trump? El futuro es impredecible para quienes no poseemos toda la información ni conocemos las verdaderas intenciones de los dirigentes –pues de eso se trata, de intenciones de una élite económica, que nos afectan, o nos arrastran, a todos–. ¿Cómo puede uno influir en el proceso para no ser reducido a marioneta o a víctima de él?
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