Gambas y premios

13 de enero 2025 - 03:08

Dos noticias de tono muy distinto se disputan el dudoso honor de ocupar esta columna semanal: las normas y contranormas para la pesca de arrastre y la concesión del título Ciudad Gastronómica Española a Roquetas de Mar. Empecemos por la nota positiva, para lo que primero que quise saber, para contárselo a ustedes, es quién otorga el galardón y las condiciones para conseguirlo. Se trata de una empresa, Ciudad Gastronómica Española (CGES), que está compuesta por “un equipo de profesionales con amplia experiencia en el sector hostelero y el periodismo gastronómico”. Y eso es todo lo que he conseguido sacar de su página web. Ni reglamento, ni jurado, ni los nombres de esos profesionales gastronómicos, ni lo que cuesta obtener el título. Porque lo que me parece claro es que se trata de un negocio particular, como en tantos casos que conocemos de supuestos galardones: Plato de Oro, Tapa de Oro, Escoba de Oro (y de Platino), Máster de Popularidad…o el reciente Capital de la Gastronomía Española, del que conozco algo más. También se trata un grupo de periodistas que montaron una empresa, en este caso con 3.005 euros de capital social y como único patrimonio la marca registrada, por la que cobran al ayuntamiento “elegido” entre 175.000 y 250.000 euros según las tres fuentes que he consultado. Más los gastos de viajes, publicaciones (en el caso de la Capitalidad, las hace una pequeña empresa ligada a la sociedad organizadora), invitaciones a periodistas y a cocineros famosos, etcétera.

Es decir, no lo otorga un organismo oficial ni un jurado profesional según un reglamento. Simplemente se paga. Y la pregunta siguiente es ¿sirve de algo? Porque la publicidad siempre sirve de algo, pero en este caso la difusión es mínima y la credibilidad escasa; nula para los que están al loro. No tengo los datos completos de Almería 2019 (tengo también los de Huelva y Vitoria), pero la inversión (alrededor de un millón de euros) no supuso beneficio: en todos los casos el aumento del número de turistas al año siguiente a la capitalidad fue similar al que tuvieron las demás ciudades españolas sin tal título. Y, al menos en Almería, no parece que supusiera un impulso a la creación o mejora de restaurantes, porque seguimos con presencia mínima en las guías. Se me acabó el folio, el lunes que viene hablaremos de la gamba roja.

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