¿Un futuro a la francesa?

Lo que ha pasado en Francia es un mero reflejo de lo que ocurrió en las pasadas elecciones generales aquí en España y lo que puede pasar en un futuro en las urnas. Es decir, la izquierda europea y nacional ha sabido utilizar su estrategia y meter miedo al votante diciendo que llega la extrema derecha. Sánchez supo hacerlo tras las palabras de Abascal, en las que el líder de Vox afirmó que habría una “intervención duradera “ en Cataluña si llega al Gobierno. Esto es un ejemplo, recuerden que hace un año las encuestas daban una clara victoria a los populares. También esos pactos ‘in extremis’ en Extremadura o Valencia le pasaron factura a Feijóo. Podemos decir que el verdadero enemigo de los de Génova es Vox. Por eso los populares deben evitar reuniones o fotos, aunque ya la historia es bastante complicada por lo que comparten. Ahora lo intentan en algún mitin o incluso en sus propias redes sociales, el último fue el presidente del PP llamando al “centro” y dando la voz de alarma a lo perjudiciales que son los extremos políticos. Claro, un tweet que es carne de cañón para los socialistas porque le responderán que él es el primero que gobierna con extremistas en cinco autonomías. Para más inri Abascal quiere ser el jefe de la manada y ya ha sacado su patita afirmando y amenazando a los populares de que romperán sus pactos autonómicos si el PP acepta la distribución de menores migrantes. Una historia que los asesores de Moncloa sabrán darle forma para matar dos pájaros de un tiro. Lo que no saben, a lo mejor sí pero no quieren aceptarlo, es que esta crisis de la derecha es lo mejor que le puede pasar a Sánchez. Le echará en cara todas las propuestas pleistocenas de Vox y lo que están haciendo en algunos ayuntamientos censurado, por ejemplo, películas como ‘Barbie’. Feijóo tiene un verdadero problema y debe ser claro en su discurso, puede jugársela y que en alguna autonomía todo se vaya al garete, pero debe coger el toro por los cuernos si realmente quiere ganar las elecciones sin depender de Abascal. Lo que le pasa al presidente de los populares le ocurre a Sánchez con Sumar pero la diferencia es que uno lleva de presidente del Gobierno ya seis años