Francisco García Marcos

Las Futbolistas

Comunicación (Im)pertinente

24 de agosto 2024 - 03:07

He de reconocer que me resulta tedioso volver a escribir por enésima vez sobre determinados temas y sobre determinados personajes. Así que prefiero no imaginarme qué experimentarán los lectores cuando se topen, una vez más, con alguno de los monotemas que frecuento con recurrencia en esta faceta mía de articulista. Aunque no siempre es fácil esquivar a algunos viejos conocidos que, a pesar de todo, tienen la misteriosa capacidad de reconstruirse y reinventarse cada cierto tiempo.

Yo tenía la sensación de que la selección femenina de fútbol había agotado por completo todo su arsenal de oprobios, gestos, emblemas, sorpresas, denuncias y reivindicaciones. Para ser sinceros, superaron mis expectativas tras la campanada del fin de año pasado en RTVE, con Jennifer Hermoso oficiando la despedida de 2023. Pensaba que habían alcanzado una cima exclusiva, un honor que no se le dispensó ni al mismísimo Iker Casillas, tras ser el eterno capitán de una selección, la masculina, que ganó unas cuantas cosas más.

Pero se superaron a sí mismas, no al retomar la sempiterna equiparación salarial y reiterar los encontronazos con la prensa, sino cuando declararon una animadversión sistemática y continuada hacia sus compañeros del equipo masculino, a quienes despreciaron públicamente después de conseguir la Eurocopa, primero, y la olimpiada, después. Esto sí que parecía difícilmente superable, aunque lo han conseguido de nuevo. Hace apenas unas semanas, Tarciane dos Santos, internacional brasileña que se enfrentó dos veces a España en París, dejó un estremecedor relato acerca del comportamiento de las jugadoras dentro del terreno de juego, con la jugadora/presentadora Hermoso a la cabeza, secundada por la guardameta Coll: amenazas, insultos, vejaciones, un rosario de actitudes y comportamientos absolutamente inaudito en deportistas que se supone son campeonas y representan a todo un país, el nuestro.

El testimonio de la jugadora del Corintians resulta que abrió otra caja con todavía más truenos. Lorena, la portera brasileña, procedió a corroborar las declaraciones de su compañera, en lo que fue el preámbulo de otras intervenciones. De entre todas ellas llama la atención, por su simbología, la de Ivana Andrés, antigua capitana del equipo, la encargada de levantar el trofeo de campeonas del mundo. A ella le correspondió airear las interioridades de una selección, surcada por grupúsculos de comportamiento mafioso contra sus propias compañeras.

stats