Fiestaos

29 de junio 2024 - 03:09

Don Mario Jiménez, un parlamentario del Psoe que sufrió lo suyo con la caída política de la sultana Díaz, debe intentar el hombre, está en su derecho, recuperar alguna cuota de poder dentro de su partido tras los tropiezos electorales de Juan Espadas, llamaba en el parlamento andaluz “bocazas” al consejero de colores de la Junta, y almeriense él, Ramón Fernández Pacheco. Si he de ser sincero, solo me ha llamado la atención una expresión del consejero almeriense, cuando dijo que “María Jesús Montero trata a las comunidades como singularmente necias”. Estuvo acertado con la expresión. No solo a las comunidades, nos trata así a todos los españoles. A Ramón le podemos poner muchas faltas en Almería, y se las hemos puesto, pero lo de “bocazas” no ha entrado nunca en su forma de hacer política, por lo menos durante su etapa como alcalde. Más bien al contrario, ha sido un hombre parco en palabras, no ha levantado la voz, y no ha demostrado en su cara el enfado que podía tener por lo que estaba ocurriendo en el entorno político de su grupo en el ayuntamiento.

A los almerienses nos ha parecido que le faltaba un hervor, con cara triste la mayoría de las veces, que durante los años al frente del ayuntamiento ha dejado más sombras que luces, pero de ahí a llamarle “bocazas” va un abismo. Ya nos hubiera gustado que lo fuera, que hubiera defendido con mayor fuerza, con mayores voces los agravios que viene padeciendo su ciudad. Pero este ha sido el signo de los distintos alcaldes que durante la democracia han pasado por la ciudad de Almería. No han sido “bocazas” a la hora de defender su ciudad contra los jefes en Madrid o en Sevilla. No lo fue Santiago, le siguió en ese ritmo Fernando, tampoco se oyó con fuerza la voz de Juan, la de Luis Rogelio ni se la esperaba, y la misma senda llevó la de Ramón. ¿María del Mar? En un año ya podía a ver dado alguna muestra, pero me temo que le gusta más la tranquilidad, incluso en los plenos de su corporación, donde siempre está pidiendo paz, buenos modos y nada de insultos a los ediles.

Lo siento, pero se equivoca el parlamentario sanchista andaluz, ¿o sigue siendo susanista? El consejero de colores de la Junta imagino que tiene mucho por lo que se deba criticar su trabajo, y hará bien en hacerlo, para eso cobra un buen sueldo de todos los andaluces, no para que esté callado y calentando asiento con lo que nos cuesta. En cuanto a lo de “bocazas”, o Ramón ha sufrido una metamorfosis y no sabemos en qué se ha convertido, o se ha equivocado don Mario.

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